viernes, 12 de julio de 2024

Desde que existes

Siempre te busco para contarte algo al oído, para que me prestes atención. Cualquier cosa; por ejemplo, contarte sobre el rayito de sol que atraparon mis dedos esta tarde, o de la breve lluvia que de pronto la borró. Las ráfagas de sonrisas que me lleguen cuando, en mi frenética vida, caigo en la cuenta de que tengo que parar, y pensar en ti.

Entonces, al oido, también te confieso que hoy la luna solo salió para nosotros, que ha jugado a ser mi compañía, mi manta, tu mano en mis noches vacías. Decirte que, desde que existes, que sepas, que eres tú esa parte del sueño que me falta. Sin embargo, ya no hay nada aquí que me detenga, ni un solo recuerdo del futuro.

Desde que existes, todo está en blanco; la memoria, el alma y el cuerpo, la página que aún no te he escrito. Y cada viernes espero tu llegada como se espera la ola precisa que nos elevará al instante; como se espera, sin saberlo, una sonrisa entre esos dientecitos. Y ahí te apoyarás sobre mi, me abrazarás, como presagio de tormentas, brújula de paz y vientos favorables. 

Porque, desde que existes, eres como el mar que se calma entre arrecifes... 


Marbella, 12 de julio de 2024. Fotografía de Helena Rocha.



No hay comentarios:

Publicar un comentario