viernes, 25 de octubre de 2024

Microrrelato; una de brujas

La bruja Brígida miraba su escoba con fastidio. Una escoba modelo 1600, chirriante y sin etiqueta cero. Años atrás volaba libremente por cualquier ciudad, pero ahora, en cuanto se acercaba a una urbe, le caían multas del Ministerio de Movilidad Mágica.

—¡Esto es una injusticia! —refunfuñó, mientras pegaba con cinta una hoja que decía “Cero Emisiones”. 

Intentó volar sobre la Gran Avenida de las Sombras, y en menos de un minuto, un hada de tránsito le cortó el paso.

—Señora, sin la etiqueta oficial, tendrá que aterrizar.

Brígida bufó, sacó su vieja bicicleta encantada del granero y partió, con sombrero, verruga y todo, pedaleando cuesta abajo.

Desde entonces, la conocen como “La Bruja Ecológica”… aunque en las noches de luna llena, extraña su vieja y contaminante libertad.


Marbella, 25 de octubre de 2024. Imagen libre en la red.




viernes, 18 de octubre de 2024

Microrrelato; Sombras invisibles

Despertó un día con el alma pesada, como si una sombra se hubiera posado sobre su pecho durante la noche. No había motivo, ni recuerdo, ni dolor aparente que lo explicara, solo un silencio que lo envolvía todo. Las risas a su alrededor se sentían lejanas, y aunque trataba de alcanzarlas, sus manos siempre caían vacías.

Era una tristeza sin nombre, una que no anunciaba su llegada, pero que se quedaba sin permiso, escondida entre los pliegues de la rutina. Aún así, había pasado por lo mismo otras veces y sabía que la alegría, siempre la había encontrado dentro de sí mismo, oculta en algún rincón, esperando a ser descubierta. Lo entendía, pero el saberlo no aligeraba el peso de esa tristeza, que insistía en quedarse, como si no quisiera soltar su abrazo.

Entonces pensó, que solo era cuestión de deshojarse de ella, al igual que el árbol se desnuda todos los otoños para resurgir más frondoso que nunca...


Fuente de Cantos, 18 de octubre de 2024. Imagen de IA.


viernes, 11 de octubre de 2024

Microrrelato; Lluvia y fuego

El murmullo constante de la lluvia golpeaba las ventanas, como si la naturaleza contara una historia interminable. En el interior, la chimenea crepitaba suavemente, sus llamas danzando al compás de una melodía de piano que flotaba en el aire. Cada nota parecía fundirse con el calor del fuego, llenando la habitación de una tranquilidad palpable.

A su lado, su hija dormía, acurrucada bajo una manta, el rostro sereno, ajena a la tormenta que azotaba el mundo exterior. Había pasado incontables tardes así, entre la lluvia y el vino, siempre sintiendo una especie de paz efímera. Pero esta vez era diferente. Esta vez, el peso de ese instante parecía anclarse en su alma, como si la presencia de su hija le hubiese dado un significado que antes no alcanzaba a comprender.

Observó las pequeñas manos que alguna vez había sostenido con fuerza, y de pronto sintió que cada gota de lluvia afuera era un latido de los años que se habían escapado. Había vivido muchos momentos así, pero ninguno como este. Nunca el calor del hogar y el sonido del piano habían estado tan llenos de vida, de amor, y de una melancolía que ahora entendía mejor que nunca. 

El fuego seguía ardiendo, la lluvia no cesaba, pero todo, de alguna manera, era más profundo, más real. Sabía que recordaría este día cuando la música cesara y el fuego se apagara, porque por primera vez, lo había compartido con la persona que más le importaba en el mundo.



Cabeza la Vaca, 11 de octubre de 2024. Fotografía de Jesús Apa.



viernes, 4 de octubre de 2024

Microrrelato; la soltería

El tarro de sal abierto, el trozo de carne en el plato, la pieza de fruta por comer, la gota de miel en la encimera, los granos de azúcar que han caído accidentalmente al suelo.

La nevera por reponer, la colada por hacer, la ropa por planchar, el libro por cerrar y quizás, un poco de desorden asomándose al balcón. 

Caminando tranquila por la casa, como si no tuviera responsabilidad alguna en ésta. Sin embargo, su soltería, feliz de convivir de nuevo con ella...


Fuente de Cantos, 4 de octubre de 2024. Imagen creada con I.A.