viernes, 27 de junio de 2025

Sobre la paciencia

A medida que van pasando los años, me doy cuenta de la importante que puede llegar a tener la paciencia en todos los aspectos de la vida. Y admiro profundamente las personas que manejan bien sus emociones en favor de la paz interior y mental que te lleva a ser calmado y tranquilo. Mi madre es una de ellas. Pienso que es un don innato, aunque también creo que puede entrenarse.

Hace unos días, he leído algo sobre esto en boca de un actor famoso;

"He aprendido que la paciencia es una forma de inteligencia. No todo tiene que resolverse de inmediato, no todo tiene que tener una respuesta clara. A veces, lo mejor que puedes hacer, es respirar, observar y permitir que las cosas tomen su curso. La vida no siempre es una batalla que hay que ganar, a veces es un río que hay que aprender a navegar." 

No puedo estar más de acuerdo con estas palabras, a las que sumo que, la paciencia no brilla como el coraje ni resuena como la pasión, pero sostiene en silencio los pilares de la vida.

Es la pausa antes de hablar, la calma que evita errores, la fuerza invisible que nos hace seguir cuando todo parece detenido. No se impone, no exige, solo acompaña: en el crecimiento lento de un árbol, en la cicatriz que cierra, en el niño que aprende a caminar.

Quien la cultiva no se rinde: comprende que todo lo valioso —la confianza, el amor, los sueños— madura a su propio ritmo.

Creo que la paciencia, lejos de la resignación, es la sabiduría de saber que las mejores cosas toman tiempo… y que apresurarlas, es perderlas.


Marbella, 27 de junio de 2025. Imagen libre en la red.




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