Se murió el conde, señor feudal, dejando una esposa en plenitud y riqueza. Podría decirse que el luto se apoderó del castillo, pero la viuda era joven y hermosa, y no tardaría en llenar de colores sus días.
Hubo una boda y ella se presentó con su guardia reclamando el derecho de pernada. Con los ojos dio la orden, dos guardias inmovilizaron al novio, y ella tomó a la novia, diciéndole en el trayecto;
"Te gustará tanto que una noche no será suficiente".
Fuente de Cantos, 20 de junio de 2025. Imagen libre en la red.
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