Tumbado en la hamaca, aquel adolescente meditaba. Lucubraba el sentido de la vida. Casi descubría el Ser y la creación del Universo cuando un sueño voraz y profundo se apoderó de él.
Masticó un chicle imaginario y se puso a roncar. Tuvo la total seguridad de que al despertar tendría todas las respuestas a las dudas de cualquier hombre. Una voz lejana parecía responder de forma detallada a todas sus preguntas.
La voz pasó de tenue a densa, fue acercándose y con ella, una zapatilla voladora que estalló sobre su cara;
"Levanta de la siesta maldito vago y ayuda a tu madre a las tareas domésticas"...
Fuente de Cantos, 17 de diciembre de 2021. Imagen libre en la red.
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