viernes, 30 de agosto de 2024

La vida

Digamos que la vida, pudiera ser un árbol que se balancea por la fuerza del viento. Una "mangifera indica". Algunos mangos caen, estrellándose en las piedras del río. Después, la corriente los arrastra entre hojarasca y palos. Una porción se va adaptando, volviéndose agua, piedra, aire... Otros en cambio, quedarán entre las zarzas, cubiertos de lodo, a un lado de los sapos que en la noche, charlarán de sus cosas con la luna, siendo ésta siempre inalcanzable.

Digamos que la vida, algunas veces, es como una inmensidad que te atrapa como un viento fastidiado, que te envolverá a su antojo y jugará contigo hasta aburrirse. Y años después, sin esperarlo, dos mangos adolescentes apuntarán con sus espigas al cielo, darán fruto al pájaro y cobijo a la luna, esta vez enamorada de los sapos.

Digamos que la vida, es como si el cielo fuera un racimo pesado de luces y oscuridades.


Marbella, 30 de agosto de 2024. Imagen libre en la red.


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