viernes, 2 de agosto de 2019

Mini cuento; charla entre esqueletos

Parece ser que había dos esqueletos sentados en lo alto de la tapia del cementerio. Ambos, que habían estado eternamente juntos en la otra vida, o en la única, como a ellos les gustaba decir, tomaban el sol plácidamente. En cambio ese día, la melancolía y tristeza se había apoderado de ellos. Ahí fue que comenzaron esta conversación;

- "Pensé que esto de la muerte sería otra cosa".

-- ¿Por qué dices eso, amigo? --

- "¿No crees que es demasiado aburrida?".

-- Es posible. Mirándolo por el lado bueno, es cierto que no hay problemas, por consiguiente, ni sufrimiento ni dolor. Pero del mismo modo, tampoco existe lo opuesto... --

- "¡A eso me refiero cuando te digo que pensé que la muerte sería otra cosa!. Se deja de tener aquello que te hacía feliz. Comer, beber, dormir en una plácida cama, hacer el amor... En definitiva, se pierde eso que te daba placer"

-- Sí, y lo peor de todo es que se sigue teniendo deseo sobre casi todas esas cosas. Suerte que al faltarnos el corazón, no podemos enamorarnos. ¡Imagina lo terrible que sería eso en estas circunstancias!. --

- "Sería muy doloroso, pero ya hemos dicho que en la muerte no existe dolor"

-- Entonces, ¿qué es lo que existe en este estado? Estaría bien que lo descubriéramos, ¿no crees?

- "No hay por qué desanimarse amigo. Algo bueno debe existir", -- dijo uno de ellos emitiendo un sonoro suspiro.

El otro, al hacer el mismo gesto, sopló bien fuerte arrojando gran cantidad de aire que, entrando por el orificio de uno de sus huesos, emitió una increíble nota musical. Sonó a eso, a música celestial.

- " Has escuchado eso, amigo. Al final, ya te digo yo que la muerte no es para tanto..."


Marbella, 2 de agosto de 2019. Imagen libre en la red.

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