viernes, 30 de agosto de 2019

Mini cuento; cierra los ojos

Manuel era ciego de nacimiento, y con apenas doce años entendía de la vida como nadie. Por falta de vista, el resto de sentidos los tenía extremadamente desarrollados. A pesar de su ceguera, tenía unos ojos verdes preciosos y en los que su amiga María, se quedaba boba mientras le preguntaba cualquier cosa:


"Entonces Manuel, cuéntame otra vez cómo haces para imaginarte los colores, ya que nunca los has visto debe resultar difícil..."


-- Más que difícil, es totalmente distinto a como tu los visualizas. Por ejemplo, sé como huelen las rosas si me hablan de ese color. A pesar de mi ceguera, trato de cerrar los ojos para imaginarlo porque es así, con los ojos cerrados, como se intensifican las sensaciones  más que nunca --

"¡Guauuu!", -- era a menudo la expresión de María.

-- Igual ocurre con otros colores. Si me hablan del naranja, cierro los ojos e imagino el intenso sabor que sientes cuando muerdes la fruta. Si el color es el verde, trato de recordar el precioso aroma que deja la hierba recién cortada... Todos los colores están interpretados de alguna forma --

"¡Guauuuu!. Es fascinante cómo lo explicas. A mi cuando me hablan del color rojo, siempre pienso en el corazón".

-- Ese es un buen ejemplo, María --

"Y dime una cosa Manuel. Si es algo que no tiene colores, ¿cómo se hace?"

-- No entiendo a qué te refieres. Dame otro ejemplo como el de antes --

"Por ejemplo, el amor. ¿Cómo es para ti el amor si nunca podrás verlo?"

Manuel quedó pensativo ante la inocente pregunta de María, y no supo que decirle, así que le pidió ayuda;

-- Pues ahí no sé qué decirte, me resulta complicado imaginarlo --

María sonrió ante aquella respuesta y no tardó en decirle;

" No te preocupes Manuel, yo sí lo sé. Para que te lo pueda explicar, tendremos que ser los dos quienes cerremos los ojos a la vez... "


Fuente de Cantos, 30 de agosto de 2019. Imagen libre en la red.



  


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