viernes, 28 de mayo de 2021

Es otro tipo de locura

Sentado en la poltrona, con la mirada fija y perdida, esperaba como cada semana a la psiquiatra. En esa serena y abandonada mirada, pero dentro de su incontrolable locura, encontró la corriente de un río, y se veía a él mismo como si fuera un salmón remontando y saltando torrente arriba. Hacía gestos con sus piernas sentado en la butaca, como si realmente estuviera haciendo el esfuerzo del salmón. En la parte más compleja de la escalada, se sintió interrumpido por la entrada de la doctora en la sala.

Ésta, enfundada con su impoluta bata blanca, ocupó su asiento, como de costumbre. Pero en esta ocasión, antes de comenzar la sesión, y como si se hubiera percatado de algo por vez primera, observó detenidamente a su paciente. Era como si estuviera descubriendo en él a otra persona. Incluso podría decirse que lo veía increíblemente distinto; vestía de forma elegante, su porte era magnífico. Su piel estaba bronceada, pero cuidada. Su cabello, aún húmedo de su acicalamiento, con un corte perfecto. Su barba de varios días presentaba un cuidado impecable... Así comenzó la sesión;

"Hoy amaneció con otra cara, otro semblante. Diría que viene usted muy favorecido en esta hermosa mañana. Estos son los primeros síntomas del inicio de la mejoría de los pacientes".

Tras un largo silencio, le contestó;

-- Sigo siendo el mismo, me siento poco cambiado. Igual es verdad eso de que la locura puede contagiarse, porque estos son los primeros síntomas, en la mayoría de los casos. --

Hubo otro largo silencio. Ella seguía observándole, de arriba a abajo, contrariada por su respuesta, a la vez que embelesada. Él, trató de aclarar algo;

-- Ah, y obviamente hablo de otro tipo de locura, la del corazón. Así que tenga cuidado, querida doctora, pues esa locura, es más complicada de curar... --


Cabeza la Vaca, 28 de mayo de 2021. Imagen libre en la red.


     

viernes, 21 de mayo de 2021

Presente de indicativo

Debo andar siempre en la cuerda floja, pues mi deseo no se mueve. A veces quedo atrapado en el pasado solo con pensar en el futuro. Me sacudo a ver qué ocurre, pero nada se alborota, hay un gran vacío. Y eso que mi corazón sonríe, pero anda con la cosa de que no puede estar siempre contigo. Y aunque en verdad lo esté, en la distancia sufre.

Y digo que siento a veces el vacío porque, aunque nuestros momentos son llenados de situaciones dulces e intensas, el hecho de saber que siempre hay un "hasta luego", hace que veces queden insípidos.

Pero si me centro, y desestreso mis sentimientos, entonces veo tu sonrisa, tomo tu mano, y me relajo, aunque también llegue a ser efímero. A veces sentía que doblabas la muñeca, como queriendo escribir algo sobre mi pecho, y yo oponía resistencia, y merodeaba en mi pensamiento el hecho de que no sabría nunca qué sería mejor, si haberte conocido o no.

¡Pobre de mí y mis pensamientos! Porque tardé demasiado en entender que contigo, mis días los llenas, estés o no. Y ahí dejé que doblaras tu mano, y escribieras sobre mi pecho, que lo que importa es "el presente", a ser posible, presente de indicativo del verbo ser.


Cabeza la Vaca, 21 de mayo de 2021. Imagen libre en la red.



viernes, 14 de mayo de 2021

Humans of World

Una de las cosas que más valoro de esta vida, es la cantidad de gente interesante que he conocido, y como no, la ilusión manifiesta de las personas que aún me quedan por encontrar en el camino. Es realmente gratificante conocer a gente nueva, sus vidas, sus historias, y si son contadas por ellas mismas, mejor aún. Detrás de cada persona hay cientos de páginas de un libro, multitud de vivencias y grandes experiencias, en definitiva, muchas historias por descubrir. Por eso que no es bueno juzgar a las personas sin antes conocerlas, porque nunca se sabe por lo que han pasado para llegar a ser lo que hoy son.

Y todos tenemos algo interesante que contar, algo que exponer. Por todas las alegrías y penas que hemos pasado, suertes y acontecimientos vividos, mejores o no tan buenos, y todos siempre vienen con una historia que contar detrás. Los episodios de las vidas de cada uno de nosotros, siempre acaban enriqueciendo y aportando algo a la vida de otros. Conocer antes a alguien, y no juzgarlo, te permite tener una opinión más certera, o sencillamente, te ayuda a entender mejor ciertas situaciones o comportamientos. 

Hace ya algunos años que soy asiduo lector de una página en las redes sociales que se llama "Humans of New York". Personas de la calle, como tú y como yo, en este caso que viven en esa ciudad (y que puedes encontrártelos alguna vez) y que tienen algo que contar. Solo una pequeña historia, un breve episodio de su vida para entenderlos mejor. 

Está claro que muchos de los estereotipos que podemos encontrarnos en nuestra sociedad, se eliminarían viajando. El hecho de viajar, te permitir conocer mundo, y como no, personas. Gente de todo tipo. Es la mejor forma de acabar con el racismo, la insolidaridad, el egoísmo, la desigualdad..., y otras muchas cosas más, que son fáciles de entender solo si se viaja. Pero claro, no todo el mundo puede o se atreve a hacerlo.

Ha sido tan solo hace unos días, que he conocido por casualidad un proyecto fascinante, muy similar a "Humans of New York", bajo un nombre también muy parecido; "The Human Library", la biblioteca que presta libros como personas. Este proyecto, que nació en Dinamarca hace más de 20 años, se hizo con una consigna clara; desafiar los estereotipos a través del diálogo. Hoy día, ya está en más de 80 países.

¿Y cómo funciona? Bien sencillo. Entras en una de estas librerías o bibliotecas humanas, y allí podrás conocer la historia de alguien, contada por ellos mismos, algo sobre la vida de personalidades muy dispares: un inmigrante, un sin techo, una persona obesa, una persona alcohólica o adicta a alguna droga, una prostituta, etc... Todo con una única premisa; conocerlos antes de juzgarlos, para, a ser posible, entenderlos. Me pareció un proyecto que además de ser original, con una perspectiva social increíble.

La idea es iniciar conversaciones para que todos podamos entender mejor la diversidad. Una amplia selección de personajes se convierten en libros vivientes y tú, en lector; invitado a compartir un momento con un completo extraño con la esperanza de luchar contra los tabúes y estigmas de la sociedad. Así, todos ganan. 

Todo el mundo hace juicios rápidos a lo largo del día sobre las personas, su origen, su propio comportamiento, y eso es algo innegable. Sin embargo, este tipo de proyectos puede cambiar radicalmente tu percepción. Pides prestado a un ser humano de la "biblioteca" y, ojeas su historia como si fuera un libro. Y es fantástico porque, de esta forma, el primer estereotipo que empiezas a eliminar de tu vida, es ese que dice que "no juzgues un libro por su portada, sin ni tan siquiera empezar a leerlo"...


Marbella, 14 de mayo de 2021. Imagen libre en la red.

 

      

viernes, 7 de mayo de 2021

El gato del árbol

Me llaman el "gato del árbol" porque desde pequeño, me ha encantado escalar y trepar a los árboles para así, contemplar a todo aquel que pasa. Me reconozco como un curioso. Verás, déjame contarte todo lo que veo;

¿Ven a ese niño flacucho, de ojos grandes y mochila verde? Lleva su aspecto desaliñado, uniforme desarreglado, cordones desatados... Es Gustavo. Regresa de la escuela y no se ha percatado que se va a tropezar con el adoquín que sobresale en la calzada. Siempre está en su mundo, anda soñando con sus cosas y parece que vive en la inopia. 

Aquella es Daniela; todo lo contrario. Bien arregladita con su uniforme, esas lindas trenzas que se hace ella misma, y su cara de porcelana. Ella, es muy amiga de él.

"Gustavo, mira por dónde andas que vas a tropezar"

Él reacciona risueño, levantando su mano con alegría. Luego, vuelve a sus cosas, metido en sus pensamientos.

Daniela, también se sumerge en los suyos. Creo que soñará con ser una famosa arquitecta, y que arregle las calles para que Gustavo, en sus despistes, no corra peligro de tropezar con adoquines. O tal vez sueña con ser una gran jueza y ayudar a las causas justas. O quizás sueña con ser una gran doctora, o investigadora, y ayudar aún más a resolver los problemas del mundo. Aunque de algún modo pienso, que sus sueños van más relacionados con Gustavo..

El cielo se va tiñendo de colores anaranjados y debo bajar de este árbol y regresar a mi casa, con mi dueña, que en la hora de la cena le gusta calentar un gran vaso de leche y mojar unas riquísimas galletas de avena. Si me acurruco en sus piernas, igual consigo probar algo... Así, me llega la hora de dormir, ronroneo y me acomodo, y ahí llegan mis sueños, tal vez muy similares a los de Daniela...


Cabeza la Vaca, 7 de mayo del 2021. Alfredo. Fotografía de Jesús Apa.