viernes, 27 de marzo de 2020

El árbol. Empujad

Escuchando hablar de la situación global en todo el mundo, a consecuencia de esta pandemia, resulta curioso lo que se dice sobre cómo reacciona cada país o sus habitantes, ante tal problema. Cada nación tiene su idiosincrasia, su cultura, su forma de pensar, pero a pesar de eso casi supone un ejercicio de motivación hacerles ver el problema, a pesar de que ante esta situación el comportamiento debería ser muy parecido por parte de todos. 

En una entrevista en la radio, le preguntaban a un español, residente en la India, cómo afrontaba el país esta situación. Y es que en la India, por decreto del Gobierno, ahora mismo están llamados a quedarse confinados en sus casas la totalidad de la población; 1.350.000 de habitantes. 

Este señor, periodista, hablaba en la entrevista de la identidad y personalidad que ha ido adquiriendo este país a lo largo de los años y, sobre todo, del esfuerzo realizado por el gobierno para que así sea, con multitud de campañas publicitarias que se han hecho, precisamente con la intención de que los propios habitantes de este país se lo crean. Y hablaba de un anuncio publicitario (que ciertamente vi circular por ahí) y que viene a colación de todo esto... Así que he decidido buscar el video y sacar mis propias conclusiones;

“The Times of India” (TOI) es el periódico más leído en inglés en la India. Con 7,4 millones de lectores, es también uno de los más importantes periódicos de habla inglesa en el mundo.

Su campaña publicitaria para celebrar el 60 º aniversario de la Independencia en 2007, fue una iniciativa compleja con la que se quería celebrar los últimos éxitos de la India, haciendo hincapié en su importancia económica cada vez mayor a nivel mundial, pero, al mismo tiempo, se quería hacer una evaluación crítica de los desafíos a los que debe enfrentarse el país. Fue un gran esfuerzo para convertirse en portavoz social y catalizador del cambio social. 

El comercial “El árbol”, fue uno de los que mejor plasmó la idea. Por eso que, ante la problemática mundial sobre el Coronavirus, las televisiones locales han vuelto a llenarse de este anuncio, con eso de que una imagen vale más que mil palabras. 

La idea del comercial es que la mayoría de la gente en La India es consciente de los problemas económicos, políticos y sociales pero nadie quiere hacer nada al respecto. La gente prefiere quejarse en lugar de actuar. Ante la orden de confinamiento de toda su población, ha sido necesario recordar todo esto.

El anuncio, comienza en una avenida llena de gente con un atasco de tráfico causado por un árbol que se derrumbó en medio de la calle y está bloqueando el camino.

La gente está en los coches tocando la bocina y maldiciendo. Todo el mundo está esperando que algo suceda. Algunos policías aparecen durmiendo en el coche mostrando su pasividad.

Un niño va en autobús a la escuela y ve el caos. Baja del autobús y, confundido, empieza a caminar hacia el árbol. De repente empieza a llover. El niño llega al árbol. Está solo, empapado de lluvia, pero él está decidido a hacer algo y empieza a empujar duro para quitar el árbol de la carretera.

La iniciativa del niño comienza una revolución: todas las personas atrapadas en el atasco de tráfico se unen para ayudarle a quitar el árbol. Los primeros en unirse son los niños de la calle. Juntos empujan, sonriendo.

También los adultos participan e incluso los más reacios a cambiar de opinión. El esfuerzo conjunto tiene éxito.

El sol brilla de nuevo. El tráfico se restablece. Todo el mundo está contento.

El anuncio se cierra con una foto de grupo de los protagonistas mirando hacia atrás, hacia el espectador.

La línea que aparece al final del anuncio dice: “Busco los líderes del mañana hoy”.


Sin tener mucho que ver ahora mismo con este mensaje final, podemos decir que en un entorno urbano, nos encontramos con la idea de una unidad nacional que trasciende las diferencias. Las personas dejan atrás su identidad individual para escuchar la llamada a la unidad nacional, al menos es como se quiere ver esta situación en España. 

Al igual que en el anuncio, el agente de esta transformación es la clase media -el niño-, que es rápidamente seguido por sus compañeros de clase baja -los niños de la calle-, y posteriormente por toda la población: primero la generación más joven y después los mayores.

Por muy ridículo que suene, depende de nosotros bajarnos de ese autobús y ser el niño, o por el contrario, no ser la causa y ser todo lo demás, (incluso el propio árbol...). 

Os dejo el enlace del video:




Cabeza la Vaca, 27 de marzo de 2020. Imagen extraída del anuncio publicitario.




viernes, 20 de marzo de 2020

Microrrelato; El efecto mariposa

Aislados durante varios días, el abuelo no encontraba explicación alguna para hacerle ver a su nieto, que el asunto era más grave de lo que nadie podía imaginar. Y todas las tardes, daba un paseo con él, tratando de calmar su impaciencia. Le contaba alguna historia pasada, algún cuento, alguna situación medianamente comparable, pero no tenía forma de aclararle todo aquello. 

Su nieto, sólo quería buscar al culpable de aquella pandemia. Quería saber quién o quienes eran los responsables de esa terrible epidemia que continuaba aislando y por tanto, separando a millones de personas. Cómo era posible que un simple virus, invisible, pudiera provocar todo aquel caos. Su abuelo había tratado de explicarle qué era una cuarentena, en qué consistía un confinamiento, pero no sabía buscar a quién o quienes culpar, menos aún encontrar explicación alguna.

En ese paseo rutinario por el solitario bosque, de repente, y mientras estaban sentados bajo un hermoso árbol, vieron cómo una mariposa se posaba en una pequeña flor...

"Ya lo tengo, ya sé cómo explicarte todo esto. Nunca te he hablado de la teoría del caos y, qué mejor momento que éste, para hacerlo", le dijo el anciano. 

Mientras ambos miraban la mariposa revolotear, el abuelo comenzó a explicarle;

"Hay un proverbio chino que dice: -- El leve aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo --. 

Esto viene a decir que todos los acontecimientos, por muy pequeños que sean, podrían estar relacionados y repercutirían los unos en los otros".

Ahí se produjo un largo silencio, y parecía que el chico comenzaba a entender todo aquello con esa simple explicación..

Sin embargo, la mariposa, que parecía escucharles, abrumada de tanta responsabilidad, dejó de batir las alas...




Cabeza la Vaca, 20 de marzo de 2020. Dibujo de Mercedes Díaz Baños.





    

viernes, 13 de marzo de 2020

Ánimo

Considero que el estado de ánimo, el positivo, es el arma interior más importante que uno puede sacar en una situación de dificultad. Los problemas y las crisis, se afrontan de mejor manera si la energía que se aplica ante ello, es lo más positiva posible. Pero claro, el miedo, la desesperanza y sobre todo la desinformación, puede hacer que una crisis multiplique su efecto, sobre todo dependiendo de quién y cómo se enfrente a ella. 

Que no nos ocurra al señor de ese cuento, que dice así...

Un señor vendía bocadillos en un pequeño establecimiento al lado de la carretera. Siempre estaba lleno de clientes porque los bocadillos, aunque no eran baratos, eran espectaculares. El propietario era muy amable, siempre parecía contento e ilusionado. El negocio funcionaba muy bien.

Su hijo, que estaba haciendo un Máster en Administración de Negocios en una universidad muy prestigiosa, un día, hablando por teléfono, le preguntó:

— Padre, ¿qué tal te va con la crisis?

El padre contestó:

— Hijo, ¿qué crisis? Si aquí va todo estupendamente…

La respuesta de su hijo le desconcertó:

— ¿Pero no te has enterado? Hay una crisis tremenda. Tienes que tomar urgentemente medidas.

Ante esta afirmación de su hijo, el negociante empezó a preocuparse y hacer cábalas:

— Quizás estoy comprando jamón y queso demasiado buenos.

Así que empezó a comprar, primero, productos más económicos. Luego, empezó a comprar en menor cantidad. También cambió de actitud, estaba más tenso…Y, poco a poco, cada vez iba menos gente a su negocio.

Con la caída de clientes, reflexionó:

— Lo que me dijo mi hijo es verdad.

De modo que redujo más sus gastos y aumentó su ansiedad. Los clientes se dieron cuenta. Ya no querían comprar allí sus bocadillos y, además, muchas veces, cuando paraban, los bocadillos ya se había acabado.

El hombre tuvo finalmente que cerrar y acto seguido telefoneó a su hijo:

—¡Qué ciego estaba! Todo lo que decías era cierto. No me había dado cuenta de la crisis que había."

El estado de ánimo nos condiciona de manera extraordinaria la salud, la claridad mental, la creatividad y la eficiencia. Hay que huir siempre de la negatividad...


Fuente de Cantos, 13 de marzo de 2020. Imagen de emoticonos.





viernes, 6 de marzo de 2020

El chófer

Siempre he tratado de ser muy cauto a la hora de dar una charla, una ponencia o de hablar sobre algún tema en concreto. Además de hacerlo con una profunda modestia, suelo ser muy prudente incluso conociendo el tema del que se trate con bastante soltura. Y por eso me sorprende encontrarme con situaciones totalmente contrarias, de gente que sube a un escenario y se quieren comer el mundo con una arrogancia y prepotencia sorprendentes.

Justo esta semana me he encontrado con un caso así, pero es algo que realmente podemos ver a diario en muchos sitios, sobre todo y ahora más que nunca en las redes sociales. La gente puede opinar, faltaría más, pero hay quienes pretenden hacerlo y directamente con su opinión, sentencian. Solamente su conocimiento y sus pensamientos son los que valen, y la réplica no tiene ningún valor. Y ademas, lo hacen, eso de sentenciar, sin ningún tipo de pudor.

Un americano llamado Charlie Munguer, conocido por ser un gran inversionista y un reputado hombre de negocios, hablaba que existían dos tipos de conocimiento; el auténtico, el de las personas que han dedicado gran tiempo y trabajo intelectual en conseguirlo, y otro superficial, y que él denominaba "el conocimiento del chófer", el de las personas que simulan saber y recitan palabras y conceptos con gran elocuencia. Y por desgracia, resulta cada vez más difícil diferenciar el conocimiento auténtico, del conocimiento del chófer, cuya historia queda explicada así;


"El alemán Max Planck (1858-1947) fue uno de los padres de la mecánica cuántica. Recibió el Premio Nobel de Física en 1918. Como gran científico y Nobel, era reclamado para dar conferencias en diversas ciudades de Alemania. A Planck lo acompañaba su chófer que, sentado en primera fila, durante meses, se vio obligado a escuchar su conferencia sobre mecánica cuántica.

Con el tiempo, surgió entre ambos una sincera amistad. Un día, el chófer le comentó al científico que debía ser muy aburrido estar contando una y otra vez lo mismo y que él había escuchado su ponencia tantas veces, que se sentía capaz de dar la conferencia. La próxima conferencia sería en Munich y le propuso intercambiar los papeles: él daría la charla de mecánica cuántica y Planck se pondría la gorra de chófer y se sentaría en primera fila a escucharle. Al físico le pareció divertido, aceptó el juego e intercambiaron los papeles. Hemos de señalar que en esos tiempos, era difícil que los asistentes conocieran a ciencia cierta cómo era el científico ya que su imagen solo se conocía por algunos periódicos.

El chófer dio a la perfección una conferencia magistral hasta que llegó el tiempo dedicado a las preguntas. El hombre, con poco dominio sobre física cuántica, se vio acorralado con la primera. Dotado de suficientes recursos retóricos, tras vacilar un momento, respondió, algo indignado, que la pregunta le parecía tan simple que, señalando al verdadero Planck, hasta su chófer podría responderla. En ese momento hizo subir al verdadero profesor".    


Cabeza la Vaca, 6 de marzo de 2020. Imagen libre en la red.