viernes, 20 de agosto de 2021

Microrrelato; El cazador

Como cada mañana, se acicaló frente al espejo, atusó su vieja y cana barba y trató de poner la mejor cara que le ofrecía aquel reflejo. Vestido con su ropa campestre, sus botas de media caña y su sombrero de ala ancha. Pulió su escopeta con el pañuelo, que después puso sobre su cuello y así, con la luz del alba, se internó en aquella selva que tanto temía.

Mientras andaba por aquel largo camino que tan bien conocía, volvió a contar las balas, aunque sabía de sobra las que llevaba. Eran doce, más la de la recámara. Todo era muy monótono, la rutina era asfixiante, pero no desistía ni un solo día en salir de caza.

De vuelta, con la vejez y el cansancio de la tarde, dejó el arma en su sitio y, guardó exactamente doce balas más una. Ninguna "bondad" se le puso a tiro.

"Mañana será otro día, pues a veces hay presas que buscan cazador", dijo para sí convencido...


Cabeza la Vaca, 20 de agosto de 2021. Imagen libre en la red.


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