viernes, 11 de febrero de 2022

Error de vacuna

Ayer era el día previsto de mi cita con la tercera dosis de la vacuna. Llegué puntual, pero lo cierto y verdad que había muchísima gente esperando en la fila.

"Debéis esperar al menos un par de horas los que acabáis de llegar", decía a gritos la enfermera, con un más que evidente estrés. 

Así que decidí hacer antes unas cosas, y en las dos horas estimadas regresaría al Centro de Salud. Pasado un tiempo, miré el reloj, y casi había superado la espera prevista. Fui a toda prisa hasta allí, y aunque ya quedaba poca gente, la enfermera seguía con un estado de ansiedad y estrés considerables, así que decidí quedarme en último lugar.

"Debe esperar sentado por unos quince minutos, no sea que tenga un mala reacción", me dijo tras pincharme, y algo más calmada, pues ya no quedaba nadie.

La tarde-noche la pasé tranquilo, pero esta mañana me he levantado con una sensación un tanto extraña. Justo a las ocho, recibo una llamada del Centro de Salud, y al otro lado, la voz de la enfermera, desesperada y aún más estresada si cabe;

"Ayer cometí un terrible error con usted, y no sabe cuanto lo siento. Con tanto jaleo, y como era el último, confundí la dosis, y le puse la vacuna contra la rabia. ¿Puede decirme, si tiene alguna reacción extraña o algún efecto secundario?"

-- Tienes suerte --, le dije calmado. -- Es más, creo que incluso, a pesar de su error, la amo profundamente... --


Cabeza la Vaca, 11 de febrero de 2022. Imagen libre en la red.

 


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