viernes, 13 de mayo de 2022

Otras redes para pescar

Estando en el Museo Metropolitano de Arte de New York, pude ver un gran espacio dedicado a la evolución de la humanidad, en todas sus etapas y facetas. Interesante la capacidad del ser humano para adaptarse al medio. Desde que se inventó el fuego, pasando por las etapas en las que iba descubriendo las fuentes para su alimentación, más allá de raíces, bayas u otros alimentos que le diera la naturaleza. Luego vino la caza y la invención de útiles para ello. Pero más me sorprendió en sí, cuando decidió pescar en el mar o en los ríos... Las primeras veces era a mano, o utilizando herramientas poco sofisticadas para ello, pero suerte que el agua estaba repleto de peces.

Lo que leí y lo que dicen en el museo, que desde el Nilo al Amazonas, en los tiempos antiguos las redes eran confeccionadas con fibras que quitaban de las cortezas de los árboles del lugar o eran traídas desde otros parajes no muy distantes, también las hojas de juncos eran confiables. El trabajo era arduo pero paciente, y después de varios días de tensar y tejer nudos rutinarios salían al río o al mar por el sustento diario de la ansiada proteína.

Con el tiempo, las redes se manufacturaron con sogas de cáñamo o algodón, también con hebras de lino y seda según la latitud del artesano. Hasta que fueron reemplazas por el nylon o el poliéster, materiales de fibra químicamente impuros y eternos, gracias al progreso.

A tal punto se modificó la pesca con redes que, salvando antiguos métodos aún utilizados en lugares casi asilados de la civilización o ajenos a sus malas praxis, hasta los peces han mutado de hábitos y oponen cierta resistencia pasiva, subyugados por el sistema y la terrible mano del hombre.

La moda y las tendencias, eficaz anzuelo para el consumo, ha logrado imponer una nueva fórmula de pesca productiva, selectiva e indolente; las llaman redes sociales...


"Los tiempos antiguos", Museo Metropolitano de Arte, New York. 13 de mayo de 2022. 


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