viernes, 23 de diciembre de 2022

Ahí está la Navidad

 -- Ahí tá la navidá! Ahí tá la navidaaaaa! --, gritaba la pequeña mientras montaba el árbol.

"Sí, mi amor. Ahí está la Navidad", le dije poco convencido, pero llevándole la corriente por su entusiasmo e ilusión.

-- Biennnnn, ahí tá la navidá --, señalando una y otra vez la copa del arbolito con todos sus adornos.

Pobrecita. Es que aún es tan chiquita..., que todavía no entiende que la Navidad, no está en el árbol. Pero ahí la veía, contenta, girando a su alrededor, tratando de colocar los regalos a los pies del árbol. ¿Cómo decirle que la Navidad es otra cosa? Si ni tan siquiera puede comprender cosas que tienen una total normalidad en nuestras vidas, tales como la ambición, el odio, el ego..., o incluso el poder, el dinero, las disputas y las trampas. ¡¿Cómo va a comprender lo que es la Navidad?! Mejor que siga pensando que está en el árbol.

Aunque tal vez debería explicarle, que la Navidad es comprar cuantos más regalos mejor, pues debemos estar a la altura del consumismo. También es esperar recibir muchos regalos, y a ser posible, que sean caros, muy caros porque así serán inalcanzables para mucha gente. O cocinar el pavo más grande y caro del mercado (aunque sea insípido y no me guste), y sería bueno hacerle fotos a todas estas cosas y publicarlas por las redes sociales. Al igual que la mejor foto, tiene que ser precisamente a ese árbol, pero apuntando hacia abajo, a los cientos de regalos que están a sus pies.

Podría explicarle que la Navidad es salir a la calle con la mejor de tus sonrisas, aunque lleves un día horrible. Y saludar al vecino, aunque el resto del año no lo hagas, sin saber por qué no le doy ni los "buenos días". Del mismo modo, igual debería explicarle que la Navidad es dar la limosna a la mujercita que está a la salida del mercado, aunque en verdad esté ahí todo el año. Tampoco hay que olvidar que la Navidad debe llevar siempre asociada una obra de caridad o al menos, aparentar que somos compasivos, bondadosos, filántropos, amables, cariñosos, serviciales, altruistas, y, ¿cómo no?, dignos de recibir en nuestro hogar y en nuestros corazones al niñito ese que nació hace más de dos mil años en un pesebre sucio y cochambroso. 

Pero, ahora que lo pienso...¿en verdad es así cómo debe ser la Navidad?

-- ¡Ahí tá la Navidá! --

"Sí mi amor, cuanta razón tienes". Es mejor que sea ahí, donde esté la Navidad...

¡FELIZ NAVIDAD!


Fuente de Cantos, 23 de diciembre de 2022. Fotografía de Jesús Apa.


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