viernes, 20 de enero de 2023

La soledad va por la calle

Cada vez que visito una gran ciudad, y compruebo el trasiego acelerado de la gente, se apodera de mi una sensación extraña y que me aprieta. No me gustan las grandes ciudades, no me siento cómodo, y me da la sensación que existe un halo de tristeza en muchas de las caras con las que me cruzo por la calle. Y quizás sé a qué se debe.

Desde niños conocemos la soledad. La percibimos cuando mamá no está por ninguna parte, pero después de estar conscientes del hecho, algo más intimo e intenso nos abraza. Viviremos con ella toda la vida y es necesaria para encontrarnos, pero si se hace presente día a día, minuto a minuto, entonces se hace indeseable y destructiva.

Este hecho, creo que ocurre con más frecuencia en las ciudades que en los pueblos, donde "las vidas" marchan más rápido. Bien es cierto, que la soledad buscada, viene bien para conocerse mejor a uno mismo. También es verdad, que la soledad es la sombra del alma, nos acompaña toda la vida, y el paliativo para ello se llama amistad. Pero a veces a la soledad necesitamos buscarla y aceptarla como parte de nosotros.

A mi amiga Annie le encanta buscar la soledad. Hay veces, que veo como desconecta de todo durante un tiempo. Ni mensajes, ni llamadas, ni rastro de ella. Y la entiendo, porque cuando "vuelve", viene mucho mejor. Su frase favorita; "sólo solos, somos libres"...


Madrid, 20 de enero de 2023. Fotografía de Jesús Apa.





No hay comentarios:

Publicar un comentario