viernes, 28 de junio de 2024

Microrrelato; La autopsia

Cuando aquel sacerdote fue autopsiado, salieron de las meninges cientos de secretos previamente confesados. Hubo algunos muy simples, otros sin importancia, y otros que sencillamente volaron por la sala y se perdieron a la vista de todos. Pero el que quedó en el aire, que era del propio médico que asistía al cura en la autopsia, quedó quieto en el aire, dejando a todo el resto del equipo con cara de asombro, sobre todo, a la enfermera...


Marbella, 28 de junio de 2024. Imagen libre en la red.


viernes, 21 de junio de 2024

Sobre la naturaleza de las cosas

Ha sido esta mañana, en que me monté en el coche con un amigo para tener una reunión conjunta en otra zona de la región. Previamente a montarnos en el auto, valoraba el transcurso de cómo podría transcender el encuentro que íbamos a tener. Tras cuatro años de intenso debate sobre su proyecto, el cuál habían paralizado sin explicación alguna, se ponía absolutamente en cualquier mal escenario posible. Y me decía; ¿Qué crees que habrá pasado? ¿Qué habremos hecho mal? ¿Quizás hemos cometido algún error? ¿O tal vez, para cierta persona, no hemos hecho las cosas correctamente?

Yo solamente le respondí; "vamos a dejar que la realidad y la propia naturaleza, recomponga las cosas, y sabremos si hemos sido perfectos o no. Cuando las cosas dependen de las personas, cada cual es diferente y sus apreciaciones respecto a la vida son proporcionales al tiempo que se toma en reflexionar sobre la vida misma."

Pero tal vez, lo mejor hubiera sido contarle este cuento...

"Un sacerdote estaba a cargo del jardín dentro de un famoso templo zen. Se le había dado el trabajo porque amaba las flores, arbustos, y árboles. Junto al templo había otro templo más pequeño donde vivía un viejo maestro.

Un día, cuando el sacerdote esperaba a unos invitados importantes, tuvo especial cuidado en atender el jardín. Sacó las malezas, recortó los arbustos, rastrilló el musgo, y pasó un largo tiempo juntando meticulosamente y acomodando con cuidado todas las hojas secas. Mientras trabajaba, el viejo maestro lo miraba con interés desde el otro lado del muro que separaba los templos.

Cuando terminó, el sacerdote se alejó para admirar su trabajo.

- "¿No es hermoso?", le dijo al viejo maestro.

- "Sí..." replicó el anciano, "... pero le falta algo. Ayúdame a pasar sobre este muro y lo arreglaré por ti".

Luego de dudarlo, el sacerdote levantó al viejo y lo ayudó a bajar. Lentamente, el maestro caminó hacia el árbol cerca del centro del jardín, lo tomó por el tronco, y lo sacudió. Las hojas llovieron sobre todo el jardín.

- "Ahí está... ahora puedes llevarme de vuelta".

Respecto a mi amigo, su expediente lo había perdido inexplicablemente por una persona.


Fuente de Cantos, 21 de junio de 2024. Imagen libre en la red.


  

viernes, 14 de junio de 2024

Sobre la energía

Ya todo son relatos vertiginosos, ficciones súbitas o cuentos fugitivos. Y aquí estoy, tratando de hacer un microrrelato con la mayor rapidez, pues cada vez tenemos menos energía para todo. Vamos con prisas incluso a dormir. Es una verdadera lástima que las pequeñas pausas, suponen las mejores satisfacciones del día.

Estoy con las pilas descargadas, pero con optimismo, pues sigo teniendo en cuenta, que la energía negativa, es energía desperdiciada.


Marbella, 14 de junio de 2024. Imagen libre en la red.







viernes, 7 de junio de 2024

La magia de una sonrisa

De pequeñito, me presenté ante el mejor mago del mundo, y me advirtieron que quedaría tan impresionado con sus trucos de magia, que ya no podría jamás distinguir la realidad en la que viviría. Todos mis amigos vinieron a acompañarme a ese evento.

El mago comenzó haciendo lo típico, y se puso a sacar conejos, palomas y otros animalitos de su chistera. Aquello no era nada del otro mundo, sin embargo, excepto yo, todos aplaudieron impresionados. El mago, como agradecimiento a los aplausos de mis amigos, y con la intención de acabar de impresionarme, sacó una mano, tiró unas rosas de su chaqueta y se tragó varias espadas. Sacó una baraja de cartas, las soltó al aire, y con una de las espadas clavó el as de corazones. 

El mago se me quedó mirando, y no vio ni el más atisbo de sorpresa en mi rostro. Sacó de su repertorio todos los trucos antiguos, los de otros colegas, los mejores que conocía, incluso aquellos que habían tenido el mayor éxito mundial, y no acababa de entender cómo no levantó en mi cara ni la más mínima admiración.

Aquel acto había llegado a su fin, y el que tenía ganas de desaparecer para siempre por su frustración, era precisamente el mago. Entonces, mi madre se asomó por la puerta para buscarme entre todos mis amigos. Cruzó su mirada con la mía, nos sonreímos, se acercó y me dijo algo muy tierno al oído. Yo puse cara de asombro, luego de enrome alegría, mostré una gran sonrisa y me abracé fuertemente a ella.

Salí emocionado y contento subido a sus brazos. No solo mis amigos, sino también aquel frustrado mago, entendió, que en la verdadera magia, nunca hay trucos...

Feliz cumpleaños a mi querida mamá!!.


Fuente de Cantos, 7 de junio de 2024. Fotografía de Jesús Apa.