viernes, 21 de junio de 2024

Sobre la naturaleza de las cosas

Ha sido esta mañana, en que me monté en el coche con un amigo para tener una reunión conjunta en otra zona de la región. Previamente a montarnos en el auto, valoraba el transcurso de cómo podría transcender el encuentro que íbamos a tener. Tras cuatro años de intenso debate sobre su proyecto, el cuál habían paralizado sin explicación alguna, se ponía absolutamente en cualquier mal escenario posible. Y me decía; ¿Qué crees que habrá pasado? ¿Qué habremos hecho mal? ¿Quizás hemos cometido algún error? ¿O tal vez, para cierta persona, no hemos hecho las cosas correctamente?

Yo solamente le respondí; "vamos a dejar que la realidad y la propia naturaleza, recomponga las cosas, y sabremos si hemos sido perfectos o no. Cuando las cosas dependen de las personas, cada cual es diferente y sus apreciaciones respecto a la vida son proporcionales al tiempo que se toma en reflexionar sobre la vida misma."

Pero tal vez, lo mejor hubiera sido contarle este cuento...

"Un sacerdote estaba a cargo del jardín dentro de un famoso templo zen. Se le había dado el trabajo porque amaba las flores, arbustos, y árboles. Junto al templo había otro templo más pequeño donde vivía un viejo maestro.

Un día, cuando el sacerdote esperaba a unos invitados importantes, tuvo especial cuidado en atender el jardín. Sacó las malezas, recortó los arbustos, rastrilló el musgo, y pasó un largo tiempo juntando meticulosamente y acomodando con cuidado todas las hojas secas. Mientras trabajaba, el viejo maestro lo miraba con interés desde el otro lado del muro que separaba los templos.

Cuando terminó, el sacerdote se alejó para admirar su trabajo.

- "¿No es hermoso?", le dijo al viejo maestro.

- "Sí..." replicó el anciano, "... pero le falta algo. Ayúdame a pasar sobre este muro y lo arreglaré por ti".

Luego de dudarlo, el sacerdote levantó al viejo y lo ayudó a bajar. Lentamente, el maestro caminó hacia el árbol cerca del centro del jardín, lo tomó por el tronco, y lo sacudió. Las hojas llovieron sobre todo el jardín.

- "Ahí está... ahora puedes llevarme de vuelta".

Respecto a mi amigo, su expediente lo había perdido inexplicablemente por una persona.


Fuente de Cantos, 21 de junio de 2024. Imagen libre en la red.


  

No hay comentarios:

Publicar un comentario