Dice la canción, que estaba el señor Don Gato, sentadito en su tejado..., pero en mi cuento, el gato estaba adormilado y le entró sed en la profunda noche. Se acercó a tumbos y con el fatigante calor a beber de la piscina. Olisqueó y le llegó el aroma del cloro, que se dispersó por su nariz.
De repente, en su reflejo, vio su nacimiento y la destrucción de sus seis vidas. Angustiado, salió corriendo para entrar en casa, buscó a su dueño y se enroscó sobre él.
Al despertar, estaba de nuevo el señor Don Gato, sentadito en su tejado, pensando si aquello se trató de un sueño o en verdad, solo le quedaba una vida. Por lo pronto, sería prudente y no bebería más el agua de la piscina...
Cabeza la Vaca, 9 de agosto de 2024. Fotografía de Jesús Apa.
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