viernes, 13 de junio de 2025

Cuentos para dormir; Callas

En un rincón polvoriento del desván de su padre, Brida encontró un viejo tocadiscos y un disco de vinilo etiquetado que simplemente ponía: "Callas". Por curiosidad, lo colocó y bajó la aguja.

La voz de María Callas rompió el silencio como un relámpago en la noche. Era “Casta Diva”. Brida, de apenas cinco años, quedó inmóvil. No entendía el italiano, pero su alma sí. Era como si alguien le cantara desde otra vida.

Desde aquel día, cada tarde se convirtió en un ritual: polvo, aguja, y Callas. Mientras sus amigas jugaban con muñecas, Brida aprendía a pronunciar "Vissi d’arte" frente al espejo, con un peine como micrófono.

Con el tiempo, su voz floreció, aún temblorosa, pero fiel. La ópera no era solo música; era su idioma secreto, su refugio, su forma de amar el mundo.

Muchos años después, en su debut como soprano, dedicó la función a “la voz que me enseñó a sentir”. En la penumbra del teatro, alguien dejó sobre su camerino un vinilo gastado. Solo decía: "Callas".

Brida sonrió. El amor, a veces, comienza con una voz que no se olvida.


Fuente de Cantos, 13 de junio de 2025. Imagen libre en la red



viernes, 6 de junio de 2025

Relatos imaginarios; desde el castillo

Podríamos mirar el bucle del ocaso desde la torre y esperar la noche estrellada. Hablar con los gnomos y hadas y pedirles que susurren su música a nuestro alrededor.

Tal vez, cuando el viento lleve su melodía entre los árboles, sabremos que el bosque nos acepta como parte de su secreto. Entonces, bailaremos descalzos sobre la hierba, hasta que la luna se duerma.

Con cada giro, nuestros pasos dibujarán en la tierra un hechizo de alegría que durará hasta el próximo amanecer.

Porque al despuntar el alba, llevaríamos en el alma el eco de la magia, como un recuerdo que nunca se desvanecería.

Pero no, es mejor que partas... Están por cerrar el ojo del castillo, y no tardará en llegar el dragón.!


Marbella, 6 de junio de 2025. Imagen libre en la red.