viernes, 5 de enero de 2018

Noche de Reyes

Cuando el Niño Jesús nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:

-¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.

"¡Oh sí!", exclamó Gaspar. "Es una buena idea pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo".

Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó:

- Es verdad que sería fantástico pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños.... Lo que haremos será solicitar ayuda a los padres; nosotros recibiremos las cartas que escriban todos los niños que se hayan portado bien durante el año, y sus padres nos ayudarán a cumplir sus deseos....

Siempre he creído en esta historia, llena de ternura e ilusión para los niños. De alguna manera he pensado que hay magia en esa noche de Reyes. Además, la verdadera historia está escrita, yo mismo la he leído:

El evangelio de San Mateo, en su capítulo 2, dice en relación a la visita de los magos...

"Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo...". 

Será por eso que la de esta noche, es una noche especial y dedicada principalmente a los niños. Todo el amor está destinado a ellos, intentando cumplir sus deseos y sueños, donde van también sus ilusiones y su confianza en que, algo mágico, tiene que haber ahí detrás de esa historia, de esa estrella de oriente que alumbró el camino de los Reyes Magos...

"¿Tenés sed, tenés calor?", le pregunta la mujer a una niña que como única respuesta era asentir con la cabeza. Ahí está la pequeña lamiendo un charco de agua en una plaza céntrica de la ciudad de Posadas, en Argentina, bajo un calor sofocante que superaba los 40 grados. Agua quizás en mal estado, podrida. Y nada se sabe de la pequeña, ni como se llama ni cuantos años tiene. Su mamá y hermanos están presentes en la escena, pero no hablan una palabra de español y apenas dicen algunas en guaraní. Todos pertenecen a una comunidad que acude cada día al centro de la ciudad a pedir limosnas.

Al poco tiempo la mujer que hizo la foto, periodista, quiso indagar más sobre la vida de esta niña con el pelo sucio y ropa vieja y cuya acción, la de beber en un charco, encogió su corazón; 

"Los mbyás son una rama del pueblo guaraní repartida entre Paraguay, el sur de Brasil, la provincia argentina de Misiones y Uruguay. La reducción y contaminación de sus tierras, en las que sostenían su modo tradicional de vida, han puesto en peligro su supervivencia. En los últimos años, se ha detectado un número creciente de casos de malnutrición en menores, siendo ellos los más perjudicados"

Normalmente vienen durante el día a pedir limosnas, a mendigar; no tienen ni qué comer ni tan siquiera qué beber. Suelen estar bajo la tutela siempre del cacique que impone una especie de clientelismo con ellos. En este caso, de día mendigan, y a la noche viene a recogerlos su cacique, abuelo de la niña. Su nombre es Reyes.... 

Cuando leí esta noticia, no pude evitar hacer comparaciones. Resulta paradójico lo que para unos la noche de Reyes es especial, para esta niña, Reyes significará pobreza, sumisión, casi esclavitud...

Entonces, decidí seguir leyendo un poco más el Evangelio de San Mateo;

".... al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Mesías; En Belén de Judea, les respondieron, porque así está escrito por el Profeta:

Y tú, Belén de Judá,
ciertamente no eres la menor
entre las principales de Judá,
porque de ti surgirá un jefe
que será el Pastor de mi pueblo, Israel.

Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles; -- Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya y le adore. --

Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus cofres, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.

Después de que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor que apareció en sueños a José y dijo: -- Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allí hasta que yo te diga, porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo. --

Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos..."

Incluso detrás de una bonita historia como ésta del evangelio, en la que explica la existencia de los Reyes Magos, puede haber también una fatalidad. Si queremos enterarnos de todo lo sucedido, basta con abrir los ojos, y en este caso, seguir leyendo. Aunque a veces quizás nos bastaría abrir los ojos y al menos en estos días no olvidar que la Navidad es también la historia de una familia que no encontró refugio entre otros seres humanos, y que solo unos animales les dieron abrigo y calor. 

Hay mucha gente que necesita una noche de Reyes, de los de verdad, Magos o Sabios, pero no sordos o ciegos, y que esa noche durara los 365 días del año, dónde el mejor regalo sea que tengamos la generosidad de ser, de verdad, una sociedad que acoja, que abrigue. Que no nos venza el miedo, el egoísmo, la desidia. Que estemos, precisamente, a la altura de nuestros deseos....



Cabeza la Vaca, 5 de enero de 2018. Niña guaraní bebiendo de un charco, fotografía de Misiones online.



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