viernes, 12 de junio de 2020

La chica que sonríe sola

Hay una chica que sonríe sola, yo la he visto. Debe estar jugando con miles de palabras en su interior. ¡A saber la de cosas lindas que puede llegar a decir! 

Suele ir sola por la calle. Vive sola. Da la impresión de que siempre ha estado sola. Será que esa soledad, debe gustarle. También ella a sí misma, se encanta.

Es por eso que se viste de cualquier forma y se ve bien. Es de las que le gusta llevar el pelo suelto y bien cepillado; pero también es de las que se hace un recogido, y luego lo deja caer para que quede alborotado, poco le importa ir despeinada. Son algunas de las contradicciones de su vida. Al igual que le gusta ir descalza, y de repente, echa de menos ponerse unos tacones.

Siempre lleva un libro en su bolso, y le gusta ir buscando un lugar bonito y sentarse a leerlo, pero en realidad, no suele concentrarse mucho cuando eso ocurre. Me hace gracia que, cuando lo lee, parece que habla sola. Evidentemente no es así, aunque su cara diga lo contrario. Porque esta chica, sonríe sola.  

Y sonríe, a todas horas. A veces, ni ella es consciente. Yo la he visto. Y le encanta pintarse los labios de rojo. Y tira un beso al aire, y en su imaginación, llena todo de carmín.

Le gusta salir a pasear por cualquier lugar; al parque, a una plaza, cerca del río... Cuando va a la playa, le apasiona sentarse y observar el inmenso mar, y sin que nadie la vea, sonríe y juguetea con sus dedos en la arena. 

Vuelve caminando muy despacio a casa, pensando en sus cosas. Nadie sabe de su soledad. Sin embargo, ella piensa que, en realidad, nadie sabe nada de nadie...



Cabeza la Vaca, 12 de junio de 2020. Imagen libre en la red.  

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