viernes, 18 de diciembre de 2020

Las resacas

Quizás sea cierto eso que dicen, que los sentimientos se comportan de diferente forma, según todo lo que acontece alrededor de uno en ese momento. Partiendo de la base de que los sentimientos se visualizan de forma distinta, dependiendo de cada cual; la tristeza siempre es triste, la soledad puede ser dulce, pero el silencio, suele ser el mejor amigo de las decepciones, de esto, no me cabe duda.

Y es que con las decepciones, sucede como con las resacas. Mientras no aparecen, estás bebiendo, lo disfrutas, y además, lo haces con moderación. De esta forma, la próxima vez también lo vuelves a encontrar agradable. Son momentos esperados, festivos y muy divertidos.

Hasta que llega el día y, sin saber por qué, bebiendo lo mismo, en las mismas proporciones, te sienta realmente mal. Te duele enormemente la cabeza, sientes un vacío terrible, y solo quieres que pase el tiempo para que ese estado de desesperación desaparezca. Con la resaca, la tristeza crece. Imagina lo que ocurre con las decepciones.

Siempre es mejor la desilusión en la mañana, que la expectativa en el ocaso... Así funcionan también las decepciones y que, aun siendo todas muy parecidas, siempre, siempre...las últimas son las peores. 

Y al hilo de la metáfora que vengo arrastrando, solo piensas en decir, "ya no bebo más..."


Fuente de Cantos, 18 de diciembre de 2020. Imagen libre en la red.




No hay comentarios:

Publicar un comentario