viernes, 25 de diciembre de 2020

Sultans of Swing

¡¡Vaya tragos tan amargos tenemos que pasar a veces en la vida!! Enterrar a un buen amigo, una gran persona, y además, tener que hacerlo el día de Navidad, y por una muerte tan injusta, hace que los muros de tus creencias se tambaleen. Esto pensaba en la misa en la Iglesia mientras le dábamos a mi amigo Tobías el último adiós.

Pero decidí prestar atención a lo que el cura decía, a cómo podría consolar a todos los allí presentes. La lectura de las lamentaciones, decía algo así; "He perdido la paz, me he olvidado de la dicha...". Luego, seguía leyendo...; "El señor es bueno para quien espera en él, para quién lo busca, es bueno esperar en silencio la salvación del Señor". Ahí, ya no estuve tan de acuerdo, y mi mente se distrajo.

En cambio, cuando el cura acabó la lectura de las lamentaciones, comenzó a hablar sobre otras cosas, a modo de reflexión; "Todos venimos a este mundo para dejar en alguien alguna enseñanza. Tenemos que quedarnos con las lecciones que los que vivieron con nosotros nos enseñaron". Entonces, dejé mi mente en blanco y volví a recordar todo aquello que he vivido con mi buen amigo Tobías.

Nos encantaba hablar de ingeniería, de hecho, creo que es con la persona que más me gustaba hacerlo. Era un profesional increíble, para mí, un genio. Pero mis mejores conversaciones con él, y que ambos nos buscábamos para ello, era de hablar sobre la vida. Tan sencillo como eso. Teníamos largas conversaciones de cómo disfrutar de la vida, de los amigos, de la familia. Estas enseñanzas, nunca las olvidaré de él. En ese sentido, era un gran maestro.

Además, era un amante del buen comer, de compartir buenas sobremesas conversando y saboreando un buen whisky, aunque también le encantaba dar largos paseos en solitario y era un admirador de la naturaleza de su tierra. Aunque con lo que más disfrutaba sin lugar a dudas, era de la música. Su grupo, Dire Straits. Su canción, "Sultans of swing".

Pero solo hay algo que me quedé en hablar con él, y quizás era porque nunca pensamos en ello con firmeza; nunca conversamos sobre cómo le gustaría marcharse de este mundo. No, nunca lo hablamos, y mira que nuestras conversaciones fueron muchas y podrían haber derivado en ese tema. Por suerte, sí que lo habló con otro de los muchos amigos que tenía. 

"El día que yo me muera, quiero que a través de un gran altavoz, en la plaza del pueblo, suene a todo volumen la canción "Sultans of Swing". 

Ayer sonó varias veces con fuerza esa canción en el pueblo, y todos los vecinos respetaron este bonito homenaje a una gran persona como él. 

Y estoy totalmente de acuerdo con las palabras del cura; "Todos venimos a este mundo para dejar en alguien alguna enseñanza". Y esa ha sido la última lección de Tobías.

Que la tristeza, también es Navidad. Porque la Navidad, pueden ser muchas cosas. Pero sobre todo, Tobías me ha enseñado una última cosa, y es que los deseos que uno piensa para despedir su vida, hay que cumplirlos, aunque sean los más tristes del mundo.

Saliendo del cementerio, en nuestro coche, también sonaba con fuerza "Sultans of Swing".  

¡Feliz Navidad!!




Fuente de Cantos, 25 de diciembre de 2020. Imagen libre en la red.   

 

 

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