viernes, 19 de febrero de 2021

El anuncio de los patos

Llegó cuando la tarde iba tomando esos colores vivos y anaranjados. Los patos, que habían llegado del norte, descansaban cerca del estanque. Cuando entró, me había preocupado de que la cabaña oliera a flores recién cortadas y que el silencio la dejara cómoda. 

Su piel caoba, deslumbraba con la vaga luz de las velas, que a propósito, la llevaban esperando toda aquella tarde. El aceite de la cera, dejaba un halo de frescor que podía apreciarse en el ambiente. Yo la esperaba de pie, junto a la escasa lumbre de la chimenea. Se acercó hacia mí, hundió sus dedos en mi cabello y asiendo dulcemente mi cabeza, me llevó hasta su boca. El primer beso fue tímido, el siguiente, fresco y agradable.

Hubo una ligera pausa, donde nos miramos fijamente a los ojos. Éstos me decían que estaba contenta de haber regresado. Se acercó a la ventana y miró afuera, en dirección al estanque, también por donde iba escondiéndose el sol. La dejé en calma, con la mirada perdida en dirección a ningún sitio en particular;

¿"Alguna vez te has preguntado, qué distancia vuelan los patos buscando el calor"?  

No contesté, porque siguió hablando...

"¿Te imaginas que tuvieran que volar buscando el amor? En realidad, si así fuera, poco se diferenciarían de nosotros. Con mucha frecuencia pienso, que el amor debe tomarse en la poción correcta, ya que el efecto puede ser imprevisible si se hace de otro modo".

Hubo un largo silencio, pero en absoluto incómodo. Me dirigí a la chimenea y alimenté el fuego. Me incorporé y la vi más hermosa que nunca, reflejada en el cristal de la ventana. Su figura, quedaba destellada ahora con la tibia luminosidad de la influencia que tiene la luna sobre la noche. Sin lugar a dudas, estaba más hermosa que nunca. Siguió hablando, como pensando en voz alta;

"A veces las distancias proporcionan cosas interesantes y desconocidas; alimentan esa parte buena que tiene la Saudade. Es como si no quisiéramos abusar de lo que nos hace bien, no sea que se gaste. Beber las cosas que te gustan sorbo a sorbo. como si existieran frascos con elixires para el amor. Y sí, creo que éste, debe tomarse en la poción correcta".

Yo la observaba, hipnotizado con su presencia. El cielo ya no era naranja cuando me acerqué a la ventana junto a ella. Vi que sepia era la luz de la luna, a la vez que pensaba que ingerí más de lo indicado... 


Cabeza la Vaca, 19 de febrero de 2021. Imagen libre en la red.


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