Los dos pequeños, bajo la sombra del limonero, soñaban que la nieve caía sobre sus cabezas a pesar que había un sol de justicia; los copos de nieve eran las flores de azahar.
El pequeño le quitaba de su cabello las "flores de nieve" y silbaba la canción de María. Estaban soñando y viviendo el mundo que querían.
-- ¡Dónde te metes María, vuelve a casa que la comida se enfría! -- gritaba su abuelita desde la vieja choza.
Y ella, al oído decía; "sigue, hasta que grite dos veces más"...
Fuente de Cantos, 18 de noviembre de 2022. Imagen libre en la red.
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