viernes, 5 de mayo de 2023

En la cima de la montaña

En la cima de la montaña, me senté observando la puesta de sol. Media vida me costó escalarla, no sin un gran esfuerzo y perseverancia, valorando cada etapa, teniendo mucho más en cuenta las vivencias complicadas, que las alegres. 

A lo mejor no era la montaña más alta, pero consideraba que ya había subido y escalado lo suficiente. Así que ahí, en su punto más alto, hice una pila de las historias, cuentos y poemas escritos en mi vida. No sé si estaban ordenados por fechas, categorías o por temáticas, pero creí que estaban todos.

Allí estaba el agua marina que se enrollaba al llegar a la arena, y las sirenas brincando sobre la espuma. También los textos sobre las miradas, las risas y lágrimas. Las historias de amor, de tristeza y alegría. La sonrisa de un niño o la soledad de un anciano. Allí también estaban las experiencias trazadas con mi mejor letra posible.

Había textos que hablaban del bailar de los árboles, de la luna sobre las hojas y el río correteando las estrellas. Los besos volaron como palomas antes de que el viento los dispersara. El corazón quería hablarme y yo, estaba dispuesto a escucharlo como nunca. 

Ahí, en la cima de esa montaña, fue que me di cuenta que, aún sabiendo que podía tenerlo todo, siempre iba a faltarme algo.

Bajé con un siglo de edad, pero dispuesto a sonreír por unas nuevas historias, cuentos, poemas, pero sobre todo, por una nueva vida... 


Fuente de Cantos, 5 de mayo de 2023. Monasterio de Tentudía. Imagen de Jesús Apa.


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