viernes, 11 de agosto de 2023

Clic

Hay un murmuro cuando el ave posa sus patas sobre la frágil rama y ésta, hace un traqueteo con la intención de quebrarse. Nadie lo advierte, ni el mismo pájaro que por reflejo extiende sus alas, pero ese "clic", forma parte de su vida. Como tantos otros de ese tipo de detalles hay en la nuestra propia.

Todos los días en la vida de cada quien, se tiene y percibe el breve clic. Pueden ser casi fugaces, como el barro que desprende olores de tierra mojada y, luego, huye con el viento. Pero también, pequeños detalles que pueden pasar por alto pero tienen una gran potencia; esos gestos, como una sonrisa, una mirada efímera e indiferente, un pestañeo, el beso que se hizo rutina, o un latido de más que tenemos en algún minuto del día.

Si prestas suficiente atención, puedes incluso llegar a contarlos, pero ya te adelanto que eso no es sano. Los mejores "clics", son los que se presentan de forma natural o aquellos que tienen algo novedoso. Pero del mismo modo, también hay "clics" que conviene no acostumbrarse a ellos. El chispazo de una ausencia, el golpe de un olvido, o la falta de tiempo que ahora se llama prisa.

Es con la ausencia de esa urgencia, que he conseguido llegar a percibir momentos de un gran valor. Solo busco esos "clics", esos pequeños detalles que me llevan a valorar de la mejor forma los flechazos de la felicidad. Cuando esto ocurre, los detalles minúsculos se hacen visibles y el más mínimo gesto de amor, ocupa todo el espacio. Son esos "clics", lo que despiertan nuestro interior y nos hace, al igual que ese pájaro, extender las alas esperando que algo maravilloso ocurra... 


Fuente de Cantos, 11 de agosto de 2023. Imagen libre en la red.


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