viernes, 8 de mayo de 2015

Inda. Parte 2

Yo sabía desde el primer momento, que "Kyy" vendría al mundo como alguien especial. Lejos de saberlo, por ser simplemente el padrino, me lo hacían indicar otra serie de factores, los cuales, con el tiempo me darían la razón. Mikki y Suvi abandonaron España el segundo día de Enero del 2013, un año que jamás sería olvidado por todo lo que en él ocurriría. Se llevaron todo nuestro cariño, y dejaban aquí gran parte de sus corazones, cosa que me vino bien, pues el mío quedó compungido al verlos partir hacia Finlandia. Me quedaba el alivio que los vería próximamente, en un bautizo, pero sobre el cual aún faltarían bastantes meses.

Pero yo quería ponerme manos a la obra, y no dejar que esta situación tan intensa y agradable, fuera enfriándose ni posponiéndose en sus decisiones. Mikki, hombre de creencia en el significado de los números, aceptó de inmediato la propuesta que le hice sobre la fecha del bautizo. Sería el 13/7/13. Ambos números de mi gusto, del suyo, y que cayera en Sábado, hacían de ese día el perfecto para tal evento. Con mi vuelo ya reservado, y mi madre cosiendo el trajecito que "Kyy" llevaría el día de su bautizo, solamente quedaba esperar. Y entre otras cosas, también confiar en que naciera una niña, pues de lo contrario, tendríamos un pequeño problema con el traje que mi madre cosía confiada, en que el sexo del bebé, sería el que le había marcado su intuición. Entre que las ecografías no eran claras, y los padres no querían saber el sexo del bebé hasta su nacimiento, el misterio quedaba en el aire. 

El nacimiento se produjo el sábado 4 de Mayo de ese 2013, y donde, tras algunas dificultades en el parto, nacería una niña preciosa, y de la cual, por ahora no sabíamos su nombre. Sí en cambio, que sería una niña luchadora y valiente, al menos así lo demostraba. Kyy pronto se recuperaría, y en poco más de una semana, estaría en su hogar. La felicidad que sentía por tal situación, jugueteaba con mi  impaciencia, por la espera del tan deseado día del bautizo. Y aunque este resultó largo, en poco más de dos meses, aterricé en Finlandia un día antes de tal acontecimiento. Aunque cansado por el viaje, la sensación que sentí al tener en brazos por vez primera a esa niña, es un hecho que jamás olvidaré, y mucho menos, todo lo que ocurriría al día siguiente.

Pero con lo que no contaba, es que, en medio de todas esas cosas que pasarían, entraría en escena Zê, brasileña, exmujer de Mikki, y la que sería madrina de "Kyy". Una persona que me marcaría, con un carácter y una actitud, que pocas personas tienen. No solamente como afrontaba ese acontecimiento la hacía especial, puesto que por lo que más la destacaría, es por el enorme corazón que reside en ella. Porque al igual que me pasó con Mikki, cuando determinadas personas llegan a tu vida, y resulta que son especiales, es un hecho que descubres desde el primer instante. Y Zê es este tipo de persona. Especial, sin lugar a dudas, rebosando amor por todos los poros de su piel. Jamás olvidaré mis largos paseos con ella, nuestras conversaciones, nuestra forma de ver la vida, y sobre todo, la de ella. Para mí, todo un ejemplo de que en el amor, hay mil y una fases, y que todas ellas pueden sorprenderte. Y digo que no olvidaré esos paseos, porque pronto volveremos a compartirlos.

En revancha a lo que dicta la sociedad, y este caso, la iglesia, Mikki y Suvi, decidieron celebrar el bautizo a su manera, y fue el cura quien tuvo que desplazarse al restaurante elegido por ambos. "Kyy" llevaba puesto el precioso vestido que había diseñado mi madre para ella, Zê y yo salimos de casa ese sábado por la mañana vestidos para la ocasión, y allí vimos a Suvi y al resto de invitados con sus mejores galas. Mikki, ante mi sorpresa por su vestimenta, con ropa "sport"; pantalones negros, camisa blanca y chanclas, todo con detalles surferos. Enseguida me aclaró, que es como su hija lo conocerá día a día. Y me alegro que me transmitiera esa forma de pensar, pues dentro de la más absoluta de las realidades, está el ser siempre uno mismo.

Todos alrededor de la pila bautismal diseñada y pintada por ellos, la ceremonia daba comienzo. "Kyy" aguardaba en brazos de su madre, Mikki me traducía al español, cuando el cura olvidaba dirigirse a mi en inglés, y Zê contemplaba la escena, bajo la atenta mirada del hijo que tenía con Mikki, de unos 20 años, y con el que cruzaba miradas de complicidad continuamente. Yo era testigo de la situación, pero lo que allí ocurría no era solamente un bautizo, era algo más que eso. "Kyy", aguantó estoicamente la fría agua bautismal sobre su pequeña cabeza, al igual que otros aguantamos las lágrimas de emoción. "Kyy" estaba recibiendo el primer sacramento. Solamente faltaba indicar cual sería su nombre, y para ello, Mikki dio dos pasos al frente, para dirigirse a todos y explicar bajo que nombre sería bautizada la niña. Y fue algo así lo que dijo...

"Tanto Suvi como yo, hemos decidido laboriosamente los nombres de la niña, pues tendrá tres. Pero sobre uno de ellos, es por el cual no hemos tenido la más mínima duda. El primero de ellos, será Lisbeth, protagonista de un libro, que hace referencia a lo luchadora que era la misma, en alusión a lo que "Kyy" luchó por nacer. El segundo de ellos, será Fiona, por el simple hecho que nos gustaba. Pero el tercero, y el que sin duda fue el primero en elegir, corresponde a Inda, al igual que se llama la madre de Jesús, aquí presente como padrino, y puesto que Kyy ha nacido sin tener una abuelita, no nos cabe duda, que en España ella es para nosotros como tal".

Para mi aquel detalle, serviría como punto de partida para pensar que la amistad no conoce límites. No solo por el simple hecho de coincidir en un nombre, sino porque, cuando las cosas se hacen con el corazón, quedas marcado para siempre. Pero pienso que Kyy, ya conocida como Inda, será una niña especial, y por muchos factores. Y ahora, que ha cumplido dos añitos, lo sigo corroborando. Podría ser porque es inteligente, risueña, divertida y traviesa. O porque es bella por dentro y por fuera. Podría ser, porque Mikki le habla en español, Suvi en finlandés, y cuando están juntos, lo hacen en sueco, y de ahí conforma las palabras que le viene en gana. O porque cuando van a visitar a Zê, hablan en portugués, y aún hacen trabajar más a su cabecita. O tal vez, por el hecho de tener a un hermano 20 años mayor que ella, llamado Napoleón, y que actualmente vive en Brasil. Tampoco la hace especial el hecho de tener un padrino, que la quiere con locura, pero vive en un pueblecito de Extremadura. Ni por la familia que aquí tiene, entre ellas, su abuela llamada como ella.

Lo que realmente hace especial a la pequeña Inda, es el enorme amor que recibe de todos los que formamos parte de su vida, estemos donde estemos, y seamos como seamos. 

Y es que, por muy difícil o raras que puedan parecer a veces las cosas, cuando el amor predomina sobre todo eso, las explicaciones resultan innecesarias. Y así lo entendieron Zê y Napoleón, cuando Mikki, con gran emoción contenida, antes de finalizar la ceremonía, y dirigiéndose a ambos expresamente, les agradeció que aceptaran su nueva vida, tal y como le estaba llegando, y sobre todo, que entendieran que para él, ellos seguirían siempre siendo quienes son; "las personas más importantes de su vida". El abrazo que los tres se dieron a la vista de todos, para mi, sin lugar a dudas, ha sido la muestra más bonita de amor que he conocido a día de hoy.

Y es que cuando la vida te da regalos de algún tipo, ya sea por vivir momentos especiales, o por conocer a personas como tal, que formarán parte de tu historia, es necesario agradecerlo de alguna manera. La mejor forma de hacerlo, es cuidar de esas personas, quererlas y respetarlas por siempre, pues estos regalos de la vida, ocurren en contadas ocasiones.

Hay quien dice que los amigos se eligen, y que la familia viene impuesta. Tengo que decir, que soy un afortunado por vivir esta bonita historia, que es una mezcolanza de ambas situaciones. Es posible agrandar la familia sin ningún lazo de sangre. A veces, afortunadamente, la vida funciona así....



Mikki y Suvi. Calera de León. Diciembre 2012

Zê e Inda. Finlandia, Julio de 2013

Zê e Inda. Finlandia, Mayo de 2015
















Mikki y Suvi. Bodonal de la Sierra. Diciembre 2012

Zê y Napoleón. Florianópolis, Brasil. Diciembre 2014

Zê, Suvi, Inda y Mikki. Finlandia. Mayo de 2015
















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