viernes, 14 de octubre de 2016

Esta es la historia de un viaje

Hace ya algún tiempo que decidí no ver las noticias en televisión. Apenas si leo la prensa, (salvo cosas relacionadas con intereses para uno mismo), y de la radio, que siempre me ha fascinado, además de la música, digamos que ya solo trato de escuchar aquellos programas que hablan de asuntos "normales", o al menos, que aportan cosas positivas. Porque ya no hay noticias buenas; todas son malas. Y para alguna buena que pueda haber, debes atender antes cien terribles, así que prefiero no probar suerte.

En estos medios, y casi que por sistema, las noticias de primera plana y con las que abren cualquier programa, son las catastróficas, las de desgracias, hasta me atrevería a decir, que las morbosas. Entonces evitar prestarle atención a estos medios, es como ir por la vida sin tener noticias, que por otro lado ya te las ves venir. Así que vivir "bajo la ignorancia" de éstas, parece que hace que vivas algo más feliz.

Pero no hace mucho escuché la noticia sobre el fascinante viaje de una niña. Más que fascinante, diría que extraordinario, además, en el más amplio contexto de la palabra. Porque aunque parezca increíble, ésta es una historia real; la historia de una joven que decidió embarcarse en una grandiosa aventura. Y aunque para algunos se trate de una hazaña, es un gran ejemplo de valentía y superación, más que de otra cosa.

Esta adolescente de 17 años, de origen sirio, decidió emprender un duro y largo viaje, pero no menos duro, (pensaría ella), que el motivo que propiciaba ese viaje, porque se trataba de una huida; huir de la guerra. Pero ella lo quiso convertir en una aventura, a la cual, le acompañaría una de sus hermanas, pues Nujeen Mustafa, que así se llama la protagonista de esta historia, es la pequeña de nueve hermanos.

Digamos que hasta aquí todo normal, si consideramos como "normal" que miles de sirios tengan que abandonar su país huyendo de la guerra, dejando atrás a familiares y amigos, para buscar un futuro mejor, que no siempre encuentran. Pero esta consideración de ver como "normal" una noticia de este tipo, es lo que ha provocado lo que antes mencionaba, que dado que todas las noticias son malas, éstas llegan a convertirse en historias a las que apenas si prestamos atención, entre otras cosas, porque poco nos afectan. Se convierten en tan repetitivas, que pasan desapercibidas por nuestra mente, o esfuman a los pocos segundos.

Pero la historia de esta joven, tiene su particularidad. En ese viaje, y como anécdota gratificante para ella, y en uno de los tramos del mismo, que hacían en un pequeño barco, una persona preguntó si alguien hablaba inglés, pues se necesitaba en aquel momento de un traductor. Nujeen respondió afirmativamente para ofrecerse, orgullosa de servir de ayuda. Pero esa iba a ser la primera vez que hablaría inglés, pues lo había aprendido viendo la televisión, principalmente series americanas. 

Pero lo cierto y verdad, es que esta joven aprendió inglés casi a la fuerza, pues nunca salía de su casa, un pequeño apartamento de Alepo, en un quinto piso sin ascensor. Ni tan siquiera pudo ir al colegio, con lo que tampoco tenía amigos. Aunque hasta eso para un niño sirio es "normal". Pero aquí va lo especial de esta historia.

Y sería una historia más, si no fuera porque Nujeen Mustafa padece espasticidad en sus extremidades, un trastorno motor del sistema nervioso por el que algunos músculos están permanentemente contraídos. En resumidas cuentas, que su enfermedad le impide caminar. Esto quiere decir, que todo su viaje lo hizo sobre una silla de ruedas, empujada por su hermana, quien le acompañó en todo el trayecto. La odisea de la travesía de ambas, les llevó 13 meses, teniendo que atravesar Turquía, Grecia, Macedonia, Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria, más de 5.700 kilómetros, para llegar a Alemania y encontrarse al fin con otro de sus hermanos. 

Un viaje para huir de la guerra y poder llevar una vida, ahora sí, normal. Recorriendo gran parte de Europa, y en el que se unieron algunos voluntarios para empujar su silla, y ser de algún modo partícipes del afán de triunfo y optimismo de esta valiente chica. Porque la historia de Nujeen es un ejemplo de superación, de una gran capacidad de derrotar a lo imposible, y de borrar el NO con un SÍ rotundo. Nuestra capacidad de superación va unida a la voluntad de cada uno de no aferrarse nunca a la derrota y sacar músculo incluso cuando más débil se está, con el objetivo de luchar por tus sueños.

Aunque no sabría decir si, después de escuchar esta historia, me quedo con que es una noticia buena; quiero pensar que sí. Al menos Nujeen tuvo su premio; ¡cuántos quedaron en el camino!.

Lo que sí es cierto, es que esta es una historia real. La historia de un viaje, aunque, ojalá nunca lo hubiera sido....







Imágenes de The Guardian. Fuente de Cantos, 14 de octubre de 2016.



      


2 comentarios:

  1. Las adversidades por más tristes que estas sean nos ayudan a mejorar.
    Todo depende con la perspectiva en que se mire y luchar.
    Es muy fácil quejarse, culpar o no hacer nada; pero luchar, luchar es de valientes!

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    1. Cierto Lizú. Ningún marinero llegó a ser capitán en aguas tranquilas. Un saludo

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