viernes, 17 de noviembre de 2017

El nido vacío

Últimamente escucho a muchos de mis amigos hablar de su posición con respecto a sus hijos. Es asombroso cómo ambos, padres e hijos, van cambiando y creciendo mutuamente a lo largo del ciclo de sus vidas. Claro que a todo el mundo nos ha pasado como hijos, no en tanto como padres, sobre lo cual no puedo opinar, pero mirarlo desde fuera es posible que te de una perspectiva muy interesante y sobre la que analizar.

Parece ser y según escucho, que al principio, cuando se es padre, aparece un instinto de protección brutal y que antes no se tenía, que aunque se mantiene en el resto del tiempo, es con la edad temprana de los hijos cuando más se pone de manifiesto. Luego llega esa etapa infantil que es dónde los hijos adquieren el carácter y personalidad en función de los valores que transmiten instintiva y naturalmente los padres. Se formarán para el resto de sus vidas con esta educación hogareña tan importante en esa época de la vida. 

Pero es que a medida que hablo con estos amigos o que sencillamente sale a relucir la conversación, y cuando los hijos ya entran en una edad más adulta, los sentimientos que me transmiten, más bien las preocupaciones, empiezan a diferir muchos de otros a pesar de que todos son padres por igual. Si durante en un primer tramo de la vida de todos ellos hay cuestiones muy parecidas, es en la etapa adulta dónde cada padre pone su criterio. No todos los padres afrontan de la misma manera el momento en que los hijos "dejan de necesitarlos".

Y es que tarde o temprano llega la hora en la que los hijos se independizan, bien sea para vivir solos, casarse, estudiar fuera o trabajar en otra ciudad. Esta emancipación forma parte del ciclo natural de la vida. El "Síndrome del nido vacío" es la sensación de soledad que los padres pueden sentir cuando esto sucede. Y es que el nido familiar es como el nido de un pájaro. La naturaleza, que es sabia, se encarga de recordárnoslo.

Porque es tal cual.... La pareja incuba pacientemente a sus futuros hijos, con miles de dificultades adversas; sol, lluvia, tormentas, sequía, tal y como les ocurre a los pájaros de verdad. Con paciencia, dedicación y trabajo compartido hasta que, un buen día, abandonan el nido. Y los padres lo único que pueden hacer es dejarlos volar. Y aunque sentirse triste y reprimido es lo más normal del mundo, es una gran alegría que el hogar haya servido para que los hijos crezcan, se desarrollen en todas sus destrezas y que, llegada la hora, batan sus alas y tomen su propio camino. 

Hay un tiempo para cada cosa, y los padres lo saben....

Pero resulta curioso que, a pesar de llamarse así por las sensaciones que deja en los padres, el nido vacío, en lugar de tener las sensaciones de frío, solitario y abandonado, resuelta que cuando regresas a él, al que fue tu nido durante un tiempo de tu vida, siempre vuelves a encontrarlo acogedor, calentito y confortable.

Quizás sea una de las cosas que nos diferencia de los animales (las aves en este caso), y es que a veces es bueno recordar de dónde uno viene, quienes nos protegieron durante tanto tiempo y, en la medida de lo posible, compensar todo lo que hicieron por nosotros y siguen estando dispuestos a hacer. Regresar a ese nido de vez en cuando, acurrucarte y quien te dio calor, sienta que aún es útil en su amor incondicional.

A veces es bueno volver al lugar dónde creció tu corazón y escucharlo de nuevo latir, como cuando eras un polluelo. Solo entonces descubriremos que no se regresa al nido de visita, sino que éste siempre te pertenecerá mientras exista quien te enseñó a volar....



Fuente de Cantos, 17 de noviembre de 2017. Imagen libre en la red.

1 comentario:

  1. Holaaaaa....como ves me estoy poniendo al día....
    No sabes lo mal que se pasa cuando los hijos se van....yo después de casi dos años ya todavía tengo días fatales....la razón me dice que es lo normal, que es lo bueno para él y para ella, que es lo mejor para su futuro y otras 1000 cosas más....
    Pero es tan triste ver sus habitaciones vacías,la casa silenciosa....que se te parte el corazón y no lo puedes evitar....
    GRACIAS por compartir conmigo todos tus escritos😘😘

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