viernes, 30 de abril de 2021

Esa paz

Doy a mis días vacaciones y pongo en silencio mis pensamientos, que vienen a mí con el sosiego de un viento frágil y calmado. Ese silencio que siempre, cuando uno lo provoca, se nos acerca y nos toca.

Por las noches abro la puerta de mi pecho para que el alma sacuda lo innecesario para después abrochar los buenos recuerdos. Dejar espacio para todos esos apuntes de buenas intenciones que te llevarán a esa paz que tan bien te hace. Dejar que descanse en tu almohada la buena conciencia.

Mi silencio desbarata cualquier ruido molesto de la vida que viene a mi lóbulo a intranquilizarme. Es un silencio que enmudece esos cantos de sirena que quieren arrebatar mi melancolía. Esa vida cotidiana que distrae y solo busca la infertilidad de tus recuerdos.

Cuando regreso, no me espanto de la mudez de nadie. Ahora que estoy de vuelta, es cuando más aprecio esa calma, esa buena conciencia que premia mi día a día... Definitivamente, no hay nada mejor que una mente limpia y en paz.


Fuente de Cantos, 30 de abril de 2021. Pantano de Tentudía. Fotografía de Helena Rocha.


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