viernes, 2 de febrero de 2024

La sordera

Después del orgasmo más intenso de su vida, Teresa quedó extasiada sobre las sábanas. Abrió los ojos, y vio que su novio movía los labios, pero ella no escuchaba absolutamente nada. De repente, se dio cuenta que se había quedado sorda.

"Ya te dije que no me susurraras así al oído mientras hacemos el amor", le reclamó histérica a su novio.

Un día después, Teresa entró en la consulta de la Otorrinolaringóloga.

-- Me indica la enfermera, que ha mandado usted un email diciendo que se ha quedado sorda de repente. Cuénteme lo que ha ocurrido --. Escribió la doctora en una pizarra.

Sin escuchar su voz, Teresa ya sabía que la doctora era una mujer de unos cuarenta años, divorciada, excitante y seguramente, ninfómana y viciosa. Al perder el sentido del oído, una percepción extrasensorial había aflorado en ella, o al menos, así lo pensaba.

-- Es extraño -, escribió la doctora en la pizarra, tras escuchar la explicación de la paciente. Se conocen casos de rotura de tímpanos de oídos, pero nunca por susurrar, y menos aún mientras se hace el amor, pues en todo caso, sería por gritar. --

"Debería saber, que mi novio trabaja de telefonista en una línea erótica" 

Tras un largo silencio, la Otorrinolaringóloga tomó el rotulador, y escribió en la pizarra;

-- Dígale a su novio, que venga a mi consulta... --


Marbella, 2 de febrero de 2024. Imagen libre en la red.


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