viernes, 5 de mayo de 2017

Proteger a la Reina

Desde bien pequeñito me ha gustado disfrutar del ajedrez. Es un juego de mesa entretenido y con una competición sana, sencilla, amigable y, que apenas si requiere unos cuantos euros para jugar a él. Basta con hacerse de un tablero y sus correspondientes piezas para disfrutarlo en cualquier ambiente. Lo que sí es cierto que implica disponer de bastante tiempo, pues a mayor práctica, más extensas suelen ser las partidas. Será por la falta de tiempo que no lo disfruto con la asiduidad de antaño, pero sigo pensando que es un pasatiempo fascinante.

En su día me preocupé de conocer la historia de este viejo juego, y si bien no es del todo clara su procedencia, la más fiable de todas tiene un bonito trasfondo. El originario juego nació en la India, en el siglo V antes de nuestra era. Parece ser que existía en esa época un joven monarca muy poderoso, el Rey Shirham, y quien tras perder a su hijo mayor en una batalla, entró en una profunda depresión. Pasaba todo su tiempo rememorando la escena del momento de la lucha en la que su primogénito caía muerto, lamentándose de no haber obrado de otra manera o utilizado otra estrategia para así salvar la vida de su hijo.

Fue entonces que uno de sus mejores ministros, el sabio Sisa, quien tratando de ayudarlo, inventó un juego de ingenio digno de su realeza. Sisa le mostró el ajedrez y sus reglas, y aquí hay muchas teorías sobre las intenciones verdaderas del mismo, pero la más creíble, es que lo hizo para hacerle ver a su Rey, que para derrotar a los ejércitos enemigos es preciso contar con el apoyo de todo su séquito. Que cada pieza en el ajedrez, como cada soldado de su ejército, debían armonizar sus fuerzas para la victoria final, siempre protegiendo la vida del Rey, la pieza más vulnerable del juego. Fue así como Shirham entendió que a veces las piezas deben ser sacrificadas para ganar la batalla, asumiendo de esta manera, que eso mismo le ocurrió a su hijo en favor de protegerlo a él; su Rey.

Pero el ajedrez ha tenido cambios constantes a través de los siglos. Desde su inicio en la India pasó a extenderse a Persia y después apareció en Europa, cuando los árabes conquistaron la España medieval en el siglo VIII. Pero fueron muchos años más tarde, en el siglo XV, cuando precisaron cambiar las características de una pieza; la de la Reina. Sus movimientos eran como los del alfil, pero pasó a cobrar mucha más versatilidad y poder. Pasó a ser la pieza más destacada, la más resolutiva ante las adversidades, la más valiosa de todo el tablero. Había que guardar la vida del Rey, es cierto, pero todos se centraban en proteger a la Reina. 

Sin ella, la partida era otra. Podemos decir que con su falta, el juego cambiaba a un nivel inferior, pues quien perdía a la Reina, pasaba a actuar a la defensiva, y ya no se disfrutaba de la misma manera; era como si la pasión de ese jugador desapareciera. Esto me recuerda que por muy alto que estemos sentados en nuestro trono, no hay nunca que olvidar quien siempre cuida o ha cuidado de nosotros con los mejores movimientos posibles, incluso sacrificando su vida para ello.

El otro día leí la tremenda importancia de la polinización para la vida en la Tierra y lo invisible que resulta ésta para el ojo humano. Hace 80 millones de años que las abejas pueblan nuestro planeta. Las primeras muestras de la estrecha relación entre el hombre y estos insectos las encontramos en las pinturas rupestres donde se pueden apreciar hombres recolectando miel. Las abejas son las principales polinizadoras de la naturaleza y, aunque pueda sorprender, nuestra existencia depende de ellas más de lo que podamos imaginar.

Estudios científicos han determinado que si las abejas desaparecieran de la superficie del globo, a la raza humana solo le quedarían 4 años de vida; sin abejas no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres. Y parece ser que muchas cosas debemos estar haciendo bastante mal ya que algo está sucediendo con las abejas y su población, reducida drásticamente año tras año y corriendo un grave peligro su extinción. Parece ser que la causa está en la utilización de ciertos pesticidas que provocan en ellas malformaciones, trastornos del sistema nervioso y desorientación.

Puede ser que haya pequeñas cosas en la vida de las que a veces nos olvidamos y que damos por sentado, pero está prohibido olvidar aquello que da sentido a nuestras vidas. Esta lección la tienen bien aprendida las abejas, quienes conviviendo en el mismo panal, saben de la importancia y el papel de cada una para con las otras.

Y su cometido es claro; hay una entre todas ellas, que sin necesidad de que sea la más bella o la más seductora, sí es la de mayor poderío y majestuosidad, aunque también resulta ser en ocasiones la más vulnerable, ya que a la misma vez es sobre la que recae mayor responsabilidad. Por eso que el resto de las abejas del panal, que tienen eso presente, y saben que la regla número uno en la naturaleza, es la supervivencia, tienen en la máxima de sus obligaciones diarias, la de proteger a la Reina.

Esto me recuerda que somos una parte de la naturaleza y no podemos separarnos de ella y sus efectos. Pero hay una naturaleza más fuerte que nos atraviesa de lado a lado, y de la cual estamos unidos desde el principio de nuestra existencia. Una gran "fuerza polinizadora" que cuida de nuestro jardín y de todas sus flores desde nuestro primer aliento de vida, y la cual juega el papel más importante de ésta. 

Tómense su tiempo y déjense impregnar todo lo que puedan de su néctar, y redescubran el sentido de lo maravilloso y la esencia del amor puro.

Disfruten de la partida desde los primeros movimientos de la vida y sitúense en las casillas que menos hagan peligrar las piezas más importantes que tenemos al lado.

Y es que a pesar de no conocer en qué tablero juegas, o en qué panal vives, estoy seguro que siempre has sabido a qué Reina hay que proteger. Porque protegemos y cuidamos aquello de lo que nos enamoramos, y una madre, siempre será el primer amor de nuestras vidas, y que perdurará eternamente en nuestro propio tablero, en nuestro propio panal, pero sobre todo, dentro de nuestros corazones....

Feliz día a todas las madres que fueron, son, y serán por siempre la Reina de nuestras vidas!!!!



Imagen libre en la red. Fuente de Cantos, 5 de mayo de 2017.


    

  

  

   

4 comentarios:

  1. ¡Ahhh que bonito! 💖
    El amor puro e incondicional de una mamá.

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  2. Muy interesante la historia del ajedrez. Me recordaste al libro del arte de la guerra de Sun Tzu. 👍

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