viernes, 9 de junio de 2017

Palabra de madre

Hace un par de días cumplía años mi madre; el día 7 de junio, fecha apuntada en mi calendario sentimental. A mi madre siempre le ha gustado disfrutar de su cumpleaños, y sin necesidad de hacer celebraciones de grandes alardes, siempre ha disfrutado rodeada de la familia. Esta vez, sin saber por qué, en esa celebración mis reflexiones iban en la dirección de los recuerdos, sobre todo del hecho de pensar, que cuando alguien a quien amamos va cumpliendo años, y vemos, por consiguiente, que van avanzando en su vejez, uno siente que va creciendo con ellos. Cierto que nuestra relación ha madurado, y es algo que se percibe en el trato diario, pero siempre se ha mantenido en la firmeza de ser una relación basada en el respeto, en el amor y en la protección.

Y aunque pueda ser la misma protección que cuando era un niño, uno escarba en lo vivido y no tarda en irse a aquella época en la cual mi madre ponía en ello su forma particular de trasladarme sus consejos y advertencias. Y mira cómo es la vida y todas sus circunstancias, que no deja de resultar curioso, que ahora soy yo el que trato de protegerla con mis consejos, que más que eso, van disfrazado de preocupaciones; "Mamá eso no deberías comerlo"; "Mamá debes salir a caminar todos los días"; "No me explico para qué quieres el teléfono"..., y otras muchas sugerencias, que no dejan de ser gestos de inseguridad y preocupación hacia la persona que amamos.

Pero el día de su cumpleaños, mientras disfrutaba de su compañía, dejé que mi mente volara al pasado y ahí que se me vinieron bonitas expresiones que he recibido de mi madre y que siempre provocan en mi una sonrisa. Además, diría que cualquiera las hemos escuchado alguna vez por parte de ellas, incluso con las mismas palabras o el mismo tono. Y se me vino al recuerdo, que en la biblioteca de la antigua facultad donde estudié, en la Escuela de Ingenierías de Badajoz, a alguien le dio por iniciar de manera graciosa un recordatorio de todas las frases que echaba de menos de su madre, y escribiendo sobre una de las mesas, empezó una secuencia de cosas irónicas que aprendíamos de nuestras madres. Quien allí se sentaba, participaba escribiendo alguna de las expresiones que recibía en casa.

Lástima que por aquel entonces no tuviéramos el alcance tecnológico de ahora para haber sacado una foto y compartirla, (más tarde encontraríamos cosas de este tipo en la red), pero la mayoría son muy comunes, y quiero recordar algunas como éstas...:

Mi madre se preocupó por mi formación religiosa:

"Reza para que esa mancha salga de tu camisa".

Mi madre me enseñó a mantenerme siempre firme:

"Como te dé un tortazo te voy a poner más derecho que una vela".

Mi madre me enseñó lo que era la ironía:

"Tú sigue llorando y verás cómo te doy una razón para que llores de verdad".

Mi madre me enseñó a razonar:

"Porque yo lo digo, por eso...y punto".

Mi madre me enseñó a tener fuerza de voluntad:

"De ahí no te mueves hasta que no te lo comas todo".

Mi madre me enseñó a ser ahorrativo:

"Guárdate las lágrimas para cuando yo me muera".

Mi madre sufría más que yo en cualquier circunstancia:

"Me va a doler más a mi que a ti".

Mi madre me enseñó ventriloquia:

"Cállate y dime: ¿Por qué lo hiciste?".

Mi madre me enseñó la lógica:

"¿Qué hay de comer?  - ¡Comida!".

Mi madre me enseñó a ser desconfiado:

"Entra que no te voy a hacer nada".

Mi madre me enseñó a ser comedido al hablar:

"Te he dicho un millón de veces que no seas exagerado".

Mi madre me enseñó a ser contorsionista:

"Mira que sucio tienes los pies....y el cuello".

Mi madre se preocupó por mi educación desde lo más básico:

"¿Que parte de "no" no entiendes?".

Mi madre me enseñó economía:

"¿Pero quién te crees que soy? ¿El banco de España?".

Mi madre me enseñó a distinguir las frutas:

"Ni pero ni pera".

Mi madre me enseñó la jerarquía:

"Que yo sepa no soy tu criada".

Mi madre me enseñó a descifrar el lenguaje encriptado:

"No me, no me... que te, que te...".

Y aunque había muchas más, curiosamente con el paso del tiempo, todas ellas nos enseñaron a ser quienes hoy somos y nos ayudaron a apreciar y entender, lo que significa ser madre.


Imagen libre en la red. Fuente de Cantos, 9 de junio de 2017.




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