viernes, 16 de noviembre de 2018

Mirando al futuro

Esta mañana, a través de un interesante proyecto social, he asistido a unas jornadas de esas que te marcan, principalmente por el contenido de los mensajes colaterales que deja en el aire. El título del proyecto es "Mirando al Futuro", y casualmente está dirigido por un viejo amigo y compañero del colegio. Y es que Vicente, que así se llama, trabaja en algo muy importante para los que vivimos en las zonas rurales y en los pueblos pequeños; el bienestar de las personas mayores.

Entonces y previamente al inicio de las jornadas, tomando un café con él, fue que me enteré que en España, la soledad se está convirtiendo en algo trágico para nuestros mayores. Nada menos que en seis millones de hogares españoles hay una persona mayor que vive sola. Y parece ser que a día de hoy es algo para lo que la sociedad no está preparada, y aunque pensemos que en nuestras circunstancias es un tema que no nos afecta, sí que lo hace, y mucho. De ahí la importancia de prepararnos para llegar a ser viejo con la mejor versión de uno mismo.

Pero de todos los mensajes que me han llegado en estas jornadas (lo que supone la soledad a ciertas edades, es uno de ellos), me quedo con la pregunta que suelen hacerse las propias personas mayores que, en un determinado momento de la vida, ven ésta pasar delante de sus ojos...; 

¿Consigue uno al ser de mayor, lo que siempre quiso ser?

La pregunta lleva en su interior difíciles respuestas, principalmente porque la sociedad va cambiando a una velocidad de vértigo y muchas veces nos arrastra en esos cambios. Pero si se modifica un poco el contenido de esa pregunta, es posible que la solución la obtengamos a través de otros medios. Por ejemplo, a través de uno mismo y gracias a su propia voluntad. 

¿Consigue uno ser de mayor, cómo siempre quiso ser? Ahora, sí que el futuro dependerá exclusivamente de nosotros mismos.

A veces uno cuestiona su vida cuando ya no tiene solución cambiar ciertas cosas. Posiblemente es porque las preguntas llegan tarde y uno ya no puede corregir sus errores. Y en parte puede ser lógico, pues uno no piensa continuamente en cómo quiere ser. Se es lo que uno es, de manera natural. Lo que sí es cierto que siempre podemos mejorar sobre algunas actitudes de nuestra vida. ¡Lo dicen nuestros mayores!.

Entonces necesitaba un ejemplo, algo que se pueda poner en práctica y nos lleve a la consecución de esos objetivos, por llamarlo así de alguna manera... 


"Hay un gran truco para configurar los hábitos de tu carácter: "Haz como si... hasta que lo seas". Así de simple. Así de complicado.

¿Quieres ser amable? Ve por la vida como si fueras la persona más amable del mundo, sé amable con cada persona, con la gente con la que entres en contacto y, al final, serás una persona muy amable. 

¿Quieres aprender a escuchar? Actúa como si fueras la persona que mejor escucha. No serás la persona que mejor escucha del planeta, pero sí aprenderás a escuchar de la mejor manera que tú puedes hacerlo.

Puedes pensar que es una manera muy artificial de adquirir un hábito, que no es natural porque te fuerzas a actuar. En cierta medida es así, pero cualquier aprendizaje requiere una práctica consciente, hasta que dejas de pensar en ellos y forma parte de ti, y de esta forma acaba convirtiéndose en un hábito.

Cuando juegas al tenis las primeras veces, piensas cómo poner la raqueta, pero cuando llevas mucho tiempo jugando, ya no tienes que pensarlo. Pasa igual cuando aprendes a montar en bici, a conducir, a tocar un instrumento musical, etc.. Así se adquieren los hábitos.

Pues resulta que todo esto vale para que cuando mires al futuro, puedas volver la vista atrás dignamente para ver en quién te has convertido con el paso de los años o bien, quién has sido todo este tiempo. Porque todo en esta vida se entrena. Absolutamente todo. De esta forma, poniendo en práctica objetivos y actitudes, pondrás en valor y con sumo orgullo, en quien has llegado a convertirte. 

Al finalizar estas jornadas, la mesa redonda de debate dejaba anécdotas emocionantes. Alguien trasladó el mensaje de algunos de los mayores con los que trabaja. Todos, sin excepción, quieren llegar a ser mayor habiendo sido buenas personas y ésto, es algo que necesita de poca práctica. Uno es buena persona por naturaleza, pero debe siempre saber mostrarlo. Hay miles de maneras de hacerlo.

Pero por si acaso a alguien le cuesta sacarlo de adentro..., "Haz como si... hasta que lo seas".


Monesterio, 16 de noviembre de 2018. Fotografía de Jesús Apa.

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