viernes, 1 de febrero de 2019

Sesión 2. El TPB; Trastorno Psicótico Breve. Parte I

Los cinco pacientes volvían a ocupar el mismo lugar que la semana anterior. Serios y con la mirada fija en aquella antigua pizarra de colegio, podían leer (al igual que el último viernes y con aquella perfecta letra de caligrafía), el siguiente texto; "Sesión 2. El TPB; Trastorno Psicótico Breve. Viernes 1 de febrero 10:30h. Dr. Martín".

Guardaban sus correspondientes silencios, inmersos en sus propios pensamientos, que se vieron interrumpidos cuando el Doctor Martín entró por la puerta y, tras dejar su bata blanca en la percha, ocupó el asiento central que lideraba aquel semicírculo dónde estaban sentados sus aún desconocidos pacientes. El Doctor, tras dar los buenos días, quiso ser directo y no perder el tiempo con demasiados preámbulos...

"Debéis saber que para nosotros, los profesionales en salud mental, resulta bastante difícil crear y mantener una terapia de grupo con pacientes que acaban de padecer un primer episodio psicótico breve, conocido como TPB, así como la limitación que esto supone para la prevención secundaria, es decir, de cara a disminuir la prevalencia de la enfermedad. 

¿Y por qué digo que es difícil comenzar con una buena sintonía en estas primeras terapias? Pues sencillamente porque tengo que ayudaros a asumir que tenéis un gran problema mental, que puede ir a más, y que si eso sucede, será algo irreversible y jamás volveréis a ser quienes erais. Porque esta enfermedad, en sus primeros momentos, aparece como consecuencia de actos cotidianos, normales y corrientes, y debido a una serie de circunstancias que, careciendo en su inicio de poca importancia, pueden llegar a superar nuestro estado psicológico de manera paulatina.

No quiero explicar todo esto con demasiados términos técnicos, así que, en resumidas cuentas, el TPB aparece como consecuencia de un estado repetitivo de ansiedad, estrés, problemas en el trabajo, con la familia, con la pareja..."

-- Disculpe Doctor Martín --, interrumpió una de las pacientes, --. ¿Quiere usted decir, que todos los aquí presentes estamos locos de remate, pero es posible que aún tengamos solución?.

El Doctor Martín, resignado por aquella interrupción, decidió seguir siendo directo y que su mensaje no se viera condicionado por la persistencia de cualquiera de sus pacientes...

"Estas terapias pues, van orientadas, como digo, a disminuir la prevalencia de la enfermedad. El tratamiento y la prevención en pacientes con primeros episodios psicóticos, como puede ser vuestro caso, es clave. No hay que avergonzarse por estar aquí, pues precisamente el que estéis en este centro, en esta sala, es quizás el paso más importante del tratamiento, y dicho esto..."

-- Que sí Doctor, pero no me ha contestado a la pregunta. Digamos qué, clínicamente hablando, ¿estamos locos o no? -- , le volvió a interrumpir la misma chica. 

El resto de compañeros dirigieron su mirada hacia aquella entrometida paciente. Carmen, de unos treinta y tantos años, era una joven atractiva y elegante. Siempre bien vestida y manteniendo un buen porte, llevaba varios años trabajando como abogada en un importante bufete. Había tenido una vida envidiable hasta entonces, pero por algún motivo todo comenzó a cambiar.

"Bueno, si te atreves a contarnos por qué decidiste o decidieron traerte hasta aquí, tal vez alguno de tus compañeros de terapia puedan tener una opinión concreta para determinar si realmente estás loca o, por el contrario, estás aquí erróneamente", -- le respondió el Doctor Martín.

Carmen, se acomodó en su asiento con cierta tranquilidad, como si fuera a defender a uno de sus clientes en los muchos juicios que llevaba a su espalda, y comenzó a hablar;

-- Es cierto que últimamente, llevaba una rutina muy agitada, pero considero que el rumbo de mi vida siempre ha estado en mi mano para ser feliz. Tengo un buen trabajo que me permite ganar mucho dinero, lujos materiales por doquier; todo tipo de joyas y caprichos, un coche de alta gama, una casa impresionante, un novio maravilloso, hasta que...., digamos, hasta que mi vecino entró en mi vida. Todo cambió con ese detalle... 

Un incómodo silencio se apoderó de la sala, hasta que el Doctor Martín le replicó; 

"Bueno, pues entonces, háblanos un poco más sobre eso..., tu vecino".





Cabeza la Vaca, 1 de febrero de 2019. Imagen libre en la red. 



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