viernes, 23 de octubre de 2020

Los olvidos

A pesar de ser un nonagenario, viejo y olvidadizo, y de llevar más de cincuenta años casado con mi esposa, es ahora, con esta pandemia, que me he dado cuenta de lo egoísta que es y ha sido durante todo este tiempo. Mientras yo pensaba que se preocupaba verdaderamente por mi, aunque fuera a través de cuestiones simples y llanas, resulta que siempre ha mirado por sus intereses;

"Juan, no vayas a olvidarte la cartera", -- cada vez tengo más claro que es, para que a la hora de pagar, sea yo quien saque la billetera y me haga cargo de la cuenta.

"Cariño, no vayas a olvidarte, como tienes por costumbre, el teléfono encima de la mesa", -- y es porque siempre coge mi celular y se pasa largas horas charlando con los nietos. ¡Como ella no paga la factura!

Y es que ya pienso que es así con todo...

"Juan, las gafas", --será para que no tenga que leerme el periódico.

"Juan, el audífono", -- para que escuche sus sermones y chismes.

Hasta en más de una ocasión, pidiéndome que no olvide mi dentadura. ¿Acaso pensará que voy a pedirle que mastique por mi?

Es una egoísta, no me cabe la menor duda. Porque, de lo contrario..., ¿por qué siempre, siempre, siempre..., ¡se olvida de preguntarme si llevo la mascarilla!?. Odio darme la vuelta y volver a casa a por ella.


Cabeza la Vaca, 23 de octubre de 2020. Imagen libre en la red.


  

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