viernes, 29 de julio de 2022

El camino

En el trayecto que va desde mi trabajo hasta casa, son muchos los peregrinos que transitan por  el Camino de Santiago, perteneciente al trayecto sur, denominado también la Ruta de la Plata. En ocasiones, estos peregrinos al no poder caminar por las circunstancias que sean, piden ayuda para que los traslades en coche hacia el destino donde te diriges. Son muchas las veces que me ha pasado, solo que hoy, el caminante, me ha llamado la atención.

No se trataba de un peregrino más, sino de una persona que estaba dando la vuelta al mundo e iba llegando a su destino final. Eso me contó en los 20 minutos de viaje Julián, que así se llama, y que es un chico de 25 años, de un pequeño pueblo a las afueras de París, y que es hacia dónde se dirigía tras cinco años de viaje por todo el mundo.

Hasta aquí, digamos que puede ser algo habitual. Un chico de una familia normal, según me cuenta, que comenzó una carrera militar, y que en unas vacaciones, decidió salir a caminar solamente con una mochila y con los euros justos para eso, pasar un mes. “Mi idea inicial era caminar 15 días hacia un destino cualquiera, hasta donde llegara, y volver en los otros 15 días que restaban hasta mi incorporación al ejército”.

Cuando lo vi en la carretera, su cara me pasó “buen rollo”. Llevaba a cuestas la misma mochila con la que salió de París cinco años atrás, y llevaba varias semanas caminando desde Cádiz, destino al cual había llegado en barco desde América. Tenía cara de cansancio, que me llevó a preguntarle dónde había dormido esa noche en Monesterio, localidad donde lo recogí; “anoche no encontré lugar y he dormido en un banco en la calle. Pero no es lo normal. Siempre hay alguien que te ofrece algún lugar para descansar o algo para comer”. Julián viaja sin teléfono, y sin dinero, y “todos los días sobrevivo”, me decía de forma tranquila ante mi cara de preocupación. 

Pero en esos veinte minutos, y en los cuales no paró de hablar en un aceptable castellano, me contaba entusiasmado los sitios que había visitado de los cinco continentes, alguna ligera anécdota y que había perdido casi 30 kilos desde el inicio de su aventura. Apenas un par de minutos antes de dejarlo en mi destino, tuve que interrumpirle para al menos preguntarle la curiosidad que me atrapaba desde que lo monté en el coche, y así no quedarme con la duda.

“Pero Julián, solamente una pregunta. ¿Por qué decidiste seguir caminando y no regresar tras ese mes de vacaciones?”

-- Sinceramente no tengo ni la más remota idea, pero lo que estoy seguro es que lo averiguaré cuando llegue a casa…, seguramente nada ni nadie habrá cambiado, excepto yo --.


Fuente de Cantos, 29 de julio de 2022. Julián. Fotografía de Jesús Apa



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