viernes, 23 de septiembre de 2022

Laika

Obviamente que jamás pensaba el cariño que se le cogía a los animales de compañía. Incluso, he descubierto, que llegan a cambiarte como persona...para bien, claro está. Para mí, Telma, mi perrita, me ha cambiado la vida. Ha sido una auténtica bendición desde el primer momento en que la conocí. Pero principalmente, despertó en mi una sensibilidad y amor hacia los animales, que solamente se entiende si tienes alguna vez un animal de compañía. 

Y digo esto, porque esa sensibilidad no la tiene todo el mundo. Como si fuera de forma premeditada, en el mismo día, con muy pocas horas de diferencia, han venido a mí un par de noticias que me han llamado poderosamente la atención. La primera de ellas, muy actual, y es que a día de hoy, los animales de compañía, perros o gatos, han experimentado una evolución en nuestras vidas como nunca. Solo en la época de los egipcios se le tenía tanta adoración como hasta hoy. Podemos decir que forman parte nuestras vidas (de quienes los tenemos). 

Esa es la primera de las noticias, porque la otra,  la segunda y totalmente opuesta, y que salió en la radio en el coche y lo escuchaban más personas a mi lado, hablaba sobre que, hará muy pronto 65 años, que fue el primer viaje espacial de un perro a la Luna. Y es que, escuchando la noticia, por un lado siento rabia, pero por otro lado siento el alivio de que afortunadamente los tiempos cambian...

"En 1957, la URSS tomó un perro callejero para estudiar cuánto tiempo podría sobrevivir en órbita espacial.

Laika, como le pusieron los soviéticos, fue lanzada desde el cohete Sputnik 2, pero desafortunadamente la misión no incluía traerla de vuelta.

Pocas horas después de salir de la atmósfera, la nave empezó a sobrecalentarse, lo que le causó la muerta a la perrita. Su cuerpo nunca fue recuperado.

Es difícil no sentir tristeza al pensar en cómo pudo haber sido esa experiencia para ella, especialmente sabiendo que no tenía idea de que iba a ser sacrificada.

Como eran otros tiempos, no sonaron las voces de protestas en favor de estos animales. Los rusos, casi ni tuvieron necesidad de dar explicaciones porque a la gente le parecía normal. Años más tardes lo harían, ante el clamor de ciertos colectivos, aunque también, años más tarde, se supo que tras Laika, una docena de perritos volvieron a ser sacrificados en idénticos viajes.

Lo curioso es que esta noticia, en el momento de escucharla, me puso los pelos de punta. Además, me sentí en la necesidad de apagar la radio. Sin embargo, mis otros tres acompañantes que iban en el coche y que escuchaban la noticia al igual que yo, se asombraron (incluso uno de ellos me pidió explicaciones) de que llegara a apagar la radio y, por consiguiente, a sensibilizarme tanto ante aquella noticia.

Un poco más tarde, descubrí, que ninguno de ellos jamás han podido sentir el amor que pueden llegar a dar estos animales, pues ninguno ha tenido en sus manos un perrito...


Fuente de Cantos, 23 de septiembre de 2022. Laika, imagen libre en la red.



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