viernes, 3 de julio de 2015

A propósito del amor

Había escuchado hablar sobre un banco. Un banco, que lo sabía todo sobre el amor. Sobre el amor, y como no, sobre el desamor. Por él habían pasado cientos, miles de parejas, que sentadas en él, y sin ellas saberlo, lo habían hecho cómplice de sus vidas, sus aventuras, sus compromisos y sus desenlaces. Había escuchado miles de historias, y había aprendido todo cuanto pudiera saberse sobre el amor y de todo cuanto ello conlleva. Sin dudarlo, pensé que sería buena idea visitarlo y, ¿porqué no?, intentar averiguar todo cuanto pudiera, por si cuando volviera a enfrentarme a eso del amor, tener toda la información posible. Lo consideraba una buena idea, y aunque este banco estaba en un pequeño pueblo de Finlandia, decidí visitarlo. 

Al llegar a ese hermoso lugar, pregunté por el famoso banco, y amablemente me indicaron donde lo encontraría. Y cuando estuve frente a él, observé que era parecido a todos los bancos que pudieras encontrarte en cualquier otra parte. Pero el lugar donde estaba era realmente lindo, con mucho sol y claridad, y se prestaba a que los miles de enamorados que en él se sentaran, abrieran su corazón y hablaran de sus relaciones, de sus vidas. En definitiva, que hablaran del amor en su máximo esplendor, con toda su magia. A mi me resultaba de gran interés toda la sabiduría que pudiera tener ese banco. Y dado que no tenía prisas, me acerqué, y me senté en él. Decidí esperar, a ver que ocurría. Quería saber todo cuanto existe sobre el amor. Gracias a que fui paciente, lo que estaba esperando que allí ocurriera, pasó...Y así fue como ese banco comenzó a hablarme, diciéndome todo lo que a continuación narro...

Supongo, al verte aquí sentado, solo, sin nadie a tu alrededor, y esperando sin más, que vienes a saber del amor. Y por tu aspecto diría, que al venir de tan lejos, debe ser porque te interesa todo lo que aquí he escuchado y aprendido. Pero en primer lugar, he de decirte que el amor, tal y como yo lo conozco, viene representado en muchas formas. Te sorprendería saber en la cantidad de sitios que puedes encontrar amor. Bastaría pensar todo aquello que te hace feliz, pues a buen seguro en todas ellas habrá amor. Familia, amigos, trabajo...Pero si quieres que te hable del amor que sienten los enamorados, ese del que tanto supe a consecuencia de todas y cada una de las parejas que aquí se sentaron, he de decirte, que es el más difícil de entender, el más complejo, el más insolidario a veces. Y no por ello, el menos grato, pues todo aquel anda en busca de él, y todos llegan a encontrarlo alguna vez, incluso aquellos que lo rechazan por sus propias infortunias historias amorosas. 

Deberías saber, que es posible que te enamores más de una vez a lo largo de tu vida, y ese amor sea distinto en todas las ocasiones. Es debido, a que el amor lo construyen las personas, en este caso, aquella que corresponda ser tu pareja. Y tú participarás en ello. Será un proyecto común, con un inicio fulgurante, y un final, que se producirá o no, en función de lo que cada uno aportéis a ese proyecto. Pero será muy importante, superar todo aquello cuanto ocurra en vuestro camino, y dependerá en gran medida de lo que estéis dispuesto a hacer por amor. Porque por aquí pasaron muy diferentes parejas, y pude ser partícipe de todo tipo de éxitos y fracasos. Incluso quienes juran amor eterno, lo hacen sin saber a lo que pueden enfrentarse, pues el amor no es cosa fácil, pues dentro de sus principales objetivos está el respetar, cuidar y dedicar tiempo a alguien. Tendrás tu recompensa, porque ahí, en ese amor, encontrarás todo cuanto necesites. 

Todas las parejas que por aquí pasaron, y las cuales, se habían distinguido por sus éxitos en el amor, tuvieron un gran trabajo que hacer. Superaron sus miedos, sus crisis y sus egos. Pero sobre todas las cosas, superaron aquellas amenazas externas que intentaron invadir su paz. Esa paz, que necesita todo amor. Porque cuando alcanzas esa armonía, es cuando mejor se disfruta de todo lo que el amor envuelve. Levantarte cada día, viviendo esa situación, en la cual tu amor está exento de riesgos, es sin duda el mayor premio por amar. Entonces será cuando puedes decir que tu amor es maduro, disciplinado e incluso prudente. 

Pero el amor, en sus fracasos, suele encontrar celos, mentiras, traiciones o falta de respeto. Ante estas situaciones, el amor queda expuesto, indefenso, señalado. Y por encima de todas las cosas, el fracaso se produce por esa falta de paz. Esa ausencia de naturalidad que debe acompañarse en el día a día. Y sobre todo, por esa falta de comunicación que a veces tantas confusiones genera. Porque mientras en las parejas siga existiendo el amor, y ante cualquier amenaza de fracaso, es posible que con el diálogo todo pueda solucionarse. Incluso parejas fuertemente sólidas y estructuradas que por aquí pasaron, fueron a pique por no dialogar. Tal vez por ese orgullo tan dañino que a veces persiste en las personas, tal vez por el simple hecho de no confiar en la palabra, tan importante en una pareja. 

Y si eres de los que tuviste desamor, éste se te presentará con otras oportunidades. Pero tendrás que ser paciente. Esperar que se vaya el polvo que en tu anterior se produjo, porque aunque tú lo quieras, existirá un tiempo en el que no podrás ver bien. Estará todo revuelto, descolocado, e igual intentarás que alguién te ayude con ese orden sentimental y existencial, pero lo más probable será que sea demasiado pronto. Porque la alegría precisa un tiempo, y el sufrimiento otro. Tú serás el más indicado para percibir qué tipo de señales recibes de esa persona que aparecerá, y tendrás que ser sensato. El amor te llega, pero nunca un amor sustituye a otro, y es por lo que tendrá que desaparecer uno para que entre el otro. 

Pero sobre todo, hay una cosa que distingue a las personas, y les permite superar ese desamor. Y es el perdón. Para volver a llenar tu vida de amor, tendrás que dejar espacio sacando todos tus rencores. Eso lo conseguirás perdonando, incluso olvidando todo aquello que te hizo daño. Porque hubo nuevas parejas aquí sentadas, con un gran potencial en el amor, pero que fue interrumpido por las constantes comparaciones sobre relaciones pasadas. Y como antes te decía, el amor lo construyen las personas, empezando desde cero. Que tus relaciones pasadas te sirvan como experiencia, nunca como referencia. Porque cuando sabes perdonar y olvidar, es mucho más fácil aceptar las cosas. Aunque me reitero, que sólo eso está al alcance de grandes personas con grandes corazones. Tú puedes ser uno de ellos!!!.

Pero ya que vienes de tan lejos, te daré otro consejo. Algo que percibí en muchas personas que por aquí pasaron. Y es que, cuando creas que estás preparado para amar, y estés dispuesto a vivir por y para el amor, hazlo de manera comprometida. Para ello, no tengas prisas, ni andes por ahí vagando en busca del amor. Éste te buscará a ti, irá a tu encuentro cuando menos lo esperes. Y cuando llegue, sabrás que es él. Sabrás que es para ti sin necesidad que nadie te lo diga. Tendrás suficientes señales como para darte cuenta de ello. 

El amor y el compromiso por amar, es como un jardín de flores, el cual hay que regar cada día. Pero todos y cada uno de los elementos de ese Jardin, deberán ser cuidados de manera conjunta. En equilibrio, en paz, y con un propósito en común. Y cuando aprendas a aceptar a la persona que amas, tal y como es, sabiendo que habrá circunstancias que podrán influir en su comportamiento, y que a pesar de eso, seguirás amándola, vuestro jardín siempre estará repleto de las más hermosas flores. Y aunque creas exageradas mis comparaciones, nunca pruebes dejar de prestar atención a las cosas importantes de la vida, pues acabarás perdiéndolas. Lo mismo pasa con el amor. 

Esto es todo lo que puedo decirte, sobre aquello por lo que has venido desde tan lejos a averiguar. 

Acto seguido, y finalizado mi cometido, me levanté del banco, sumamente satisfecho, y decidí marcharme, sabiéndolo absolutamente todo sobre el amor. Nadie sabía más que este banco sobre amar, y tuve la gran fortuna y el privilegio de escucharlo en primera persona. Seguiría todos y cada uno de sus consejos. Y así fue como se lo transmití a él antes de marcharme. Pero cuando avancé en mis pasos, ya en mi despedida, me llamó la atención para decirme mientras me giraba hacia él...

"Y a propósito del amor, y de todo cuanto te he contado, y de las lecciones que hayas podido aprender hoy, has de saber, que cuando éste te toca con su "varita mágica", ya estarás perdido y caerás rendido a él..."


P.D: De mis reflexiones con Zê. 


Jurva, Finlandia. 3 de julio de 2015. Fotografía de Jesús Apa. 





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