viernes, 30 de octubre de 2015

Otoño en el corazón

Me resultaba extraña tanta apatía, tanto desgano y tan largo silencio. Y conocedor de que el silencio es señal de reflexión, la paciencia es símbolo de respeto, pero también es cierto que la perpetuidad está asociada a la somnolencia y el letargo, me propuse a hablar con él. Porque si dicen que los corazones hablan, tengo que pensar que también escuchan. Si cuentan que los corazones sienten, cabe dar por hecho que también reaccionan. Y si resulta ser tan cierto que los corazones que lloran, es porque en otras ocasiones rieron, y puesto que no hay mal que cien años dure, nadie muere por amor, pero tampoco hay que vivir por y para él de manera gratuita. 

Así que era necesario dirigirme a él y hablarle, preguntarle, qué es lo que le estaba ocurriendo para tener esa desconfianza y esa falta de ilusión. Y le pregunté, con la intención de hacerle entrar en razón, pues siempre se llevó mal con el raciocinio....¿Qué te ocurre Corazón?. ¿Acaso has dejado de saber qué gran significado tienes?...

--¿Es que acaso no lo sabes?, me dijo él tajantemente. ¿Acaso no conoces mi cansancio?. Es siempre lo mismo, pero con distinta voz. Llega alguien, y no para de decirte que eres tú, y tú y tú el elegido, hasta en cualquier idioma para que lo entiendas. Que todo será de color de rosa; una rosa que jamás marchitará. Que jamás habrá llantos, y grabarán nuestros nombres en el árbol más hermoso como señal de lealtad y fidelidad. Pero luego, vuelven a romperte, y todo queda en nada. Vuelve el llanto y las rosas amustian. Y estoy cansado, decepcionado y desilusionado. Vivo en un Otoño permanente, donde veo como el árbol se deshoja y la rosa muere, y donde no quiero avanzar, prefiriendo estar en este sufrimiento, conocedor que tras el Otoño, se encuentra el Invierno, aún peor si cabe. Prefiero quedarme así, no tentaré a la suerte pensando que algo mejor me espera.--

Entendí que debía actuar, pues un corazón triste es un corazón insensible, y éste, debería volver a sentirse dichoso y percibir los sentimientos más puros y lindos, que solamente un corazón conoce...

"Amigo Corazón, me resulta extraño, que tú que das vida a las personas, no sepas como funciona ésta. Cómo desconoces, que tras un periodo de sufrimiento, vendrá alegría y júbilo. Que recomponerse viene incluido en la propia vida, que levantarse forma parte de la caída, y que el desamor, valga así decirlo, forma parte del propio amor. Igual que para ser grande, primero tienes que aprender a ser pequeño, para saber en qué consiste el sufrimiento, habrás de sentirlo y formará parte de tu aprendizaje. 

Un corazón que no sufre, es que no ha vivido; sentirás dolor, y éste será inevitable, pero sufrir en exceso será opcional. Bastará con que conozcas ese sentimiento, y que seas consciente que te acompañará en toda tu vida. Pero no te aflijas, pues nada es eterno, y todo es para nunca. Que el "nunca más", nunca se cumple, y que el "para siempre", siempre termina. Trata de buscar un término medio, o bien, solo procura entender las contradicciones de la vida.

Si sufres amargura porque los amores acaban, debes conocer que estos también llegan, a veces en el lugar menos esperado, en el momento menos indicado, y de la noche a la mañana, en el más sentido literal de la palabra. Solamente se necesita un instante para encontrar a un amor, y una vida para mantenerlo. Que al igual que sufres decepción por amigos inseparables, pero que de repente llegan a convertirse en desconocidos, tienes que saber que grandes desconocidos pueden llegar a ocupar ese papel del anterior. 

Que claro que la vida está llena de incoherencias, pero cuanto antes las entiendas, o mejor dicho, las desentiendas, antes las aceptas. Al igual que extrañar, es el precio que se paga por vivir momentos inolvidables, amar no te quita la opción de sufrir. Que si bien llegas a enfermar de amor, ciertamente la experiencia y sabiduría te proporcionará tu propio antídoto.

Pero claramente tendrás que cambiar tu actitud. Si quieres volver a sentir, tendrás que recuperar tu latido y sensibilidad. Si quieres que te vuelvan a amar, deberás estar dispuesto a corresponder. La gente espera encontrar a una princesa, y para ello hay que actuar como un príncipe.

Y aunque vivas como dices en un Otoño permanente, ¿acaso éste no es bello? ¿O no es cierto, que también éste cuenta con colores únicos y hermosos? ¿O no es verdad que cuando las hojas caen, el árbol sigue en pie esperando otras nuevas? Por eso es bueno no enamorarse tanto de las flores, y sí en cambio de las raíces, no vaya a ser que en Otoño no sepas qué hacer.

Así que guarda cuidado, pues al igual que hay gente que sabe disfrutar y les encanta el Otoño, confía en que quienes se enamoran de corazones rotos, es porque sabrán cómo remendarlos..."




    




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