viernes, 29 de septiembre de 2017

Vivir por segunda vez

Mientras hace unos días contemplaba aquella tarta de cumpleaños, mi mente se puso a trabajar a toda velocidad para tener un pensamiento positivo sobre lo que tenía y formaba parte actualmente de mi vida. Precisaba de poco tiempo, pues las personas a mi alrededor esperaban de manera impaciente a que encendiera aquella vela, soplara con fuerzas, y vinieran a mi los mejores deseos por parte de la gente que me quiere y forma parte de la historia de mi vida.

Una vez dispuesta esa simpática vela sobre la tarta, giré la piedra del mechero y la encendí. Todos rieron al ver como aquella pequeña cosa de plástico se abría, empezaba a emitir una música apropiada a la ocasión, y se ponía a dar vueltas con todas las mechas encendidas sobre sí misma cual tiovivo. Aquello podía haber distraído mi atención, pero no; en cambio, lo aceleró aún más. Esa tibia música sonando, las pequeñas llamas girando sobre sí; las personas mirando mi cara iluminada esperando soplar las velas, y esos pensamientos míos internos, seguro que tan transparentes que todos conseguían verlos....


Toda vida tiene un propósito. El sentido de la vida no es algo que se invente, sino que se descubre por el camino. Sin embargo, los descubrimientos más importantes pueden pasarte por alto si transitas por el mundo únicamente viendo la vida pasar, o si en lugar de ir montado en ese tiovivo y bajarte cada vez que se te antoje para descubrir cosas nuevas y experimentar otras aventuras, te limitas a quedarte ahí subido. O peor aún, a verlo desde fuera, bajado y viendo a la gente subida en él, y además lo haces con una actitud conformista, apática y temerosa.

Pero la historia de cada cual la escribe uno mismo (aunque lastimosamente no todo el mundo puede hacerlo). No importa lo que hagas, ni los bienes que consigas por el camino; si lo que haces no te alegra el corazón, si no alimenta tu pasión por levantarte cada día, al final de tu vida te invadirán una frustración e insatisfacción abrumadoras. No permitas que esta sea tu historia.

Porque las circunstancias iniciales, aún siendo importantes, no determinan el tipo de vida que tendrás. crecerás con dificultades, y serán de mayor a menor grado para los demás, pero en definitiva, estos obstáculos serán para ti, y eres tú quien tendrá que superarlos. Y naces con las facultades necesarias para ello, y si crees que no, acabarás ejercitando un entrenamiento invisible que aparecerá cuando más lo precises. Todo el mundo lo hace. Pero igual no deberías esperar si lo que pretendes es perseguir tus sueños y hacerlos realidad, porque serán tuyos, y en tu interior tienes todo lo que necesitas.

Y no importa en qué situación te encuentres en este momento de tu vida, ni tu edad, porque nunca es demasiado tarde para perseguir tus sueños. Y mira por dónde, que estos también crecen a medida que tú lo haces. En todas las edades de tu vida puedes decidir qué quieres ser de mayor. Así pues, no es tan dramático ir cumpliendo años si los estás viviendo conforme a tus objetivos y sueños, con tus principios y valores.

Y quizás con la edad no siempre sabemos lo que queremos, pero seguro que sabemos lo que no queremos. Si averiguas qué es lo que no te gusta acabarás llegando por descarte a lo que realmente te gusta. De todas formas, nunca es malo volver a renacer, romper nuevamente tu cáscara porque ahora, te será más fácil hacerlo, pues serás más fuerte y tus alas estarán más dispuestas para echar a volar cuanto antes.

Siempre nos preguntamos si estamos actuando con nuestra vida correctamente. Son muchas las veces que llegamos a cuestionarnos por nuestras actitudes, por nuestras dudas sobre qué camino seguir, y a veces, muchas veces, quedamos atrapados en un tiovivo, en una rueda que gira sin parar, en la oscuridad, a pesar de que por un tiempo veamos las mechas encendidas. Al final se apagarán, como en la tarta, y con ellas, la música que te acompañaba. Tendrás que decidir dar el salto y vivir la vida que realmente quieres, con la música que te gusta, y no la que viene de serie. Con las luces que tú decidas mantener o apagar. Tendrás que ir eliminando interrogantes de tu cabeza....

Cuando planteas una pregunta, el Universo te transmite la respuesta, y éstas no vienen de tu mente consciente, porque de ser así, ya las conocerías. Las respuestas están en tu interior y siempre lo han estado, así que tendrás que hacer un gran viaje para llegar hasta ahí. 

¡Vivir por segunda vez...! ¿Lo harías de la misma manera?. Si estuvieras dispuesto a no hacerlo, si cambiarías y corregirías muchas cosas que pasaron, no esperes a que acabe la primera vida para hacerlo de nuevo, porque nunca es tarde para dejar de dar vueltas sobre uno mismo... Al final llegarás al mismo sitio de siempre.




Fuente de Cantos, a 29 de septiembre de 2017. Fotografía de Jesús Apa.
  













6 comentarios:

  1. Aún suena la música de la vela ...

    ResponderEliminar
  2. ¡Muchas Felicidades Jesús!
    Hermosas palabras...

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué contradictorio tu texto, Sr. Apa! O quizás evolución de tu pensamiento. O quizás mi interpretación de la lectura. ¡La vida me libre de juzgarte! Hace tiempo escribiste un post en el que dejabas inconclusa esta frase "Será por eso que pienso que el destino es como un cuento...". Me hizo pensar y reflexionar sobre la idea que trasmitiste. No importa lo que pensé solo que al leer este nuevo post se sustrae de él que amas vivir por lo que no creo que realmente pienses que el destino es como un cuento. Y aún menos, cuando un cuento puedes releerlo tantas veces… si te apetece, gusta, te sientes identificado, te evoca cosas que las palabras no saben expresar o llevan una moraleja de la que pensar y aprender. Sobre todo aprender. Incluso contigo, o de ti.
    Por el contrario, un destino que es punto y final de la historia no te da la posibilidad de todas esas alternativas anteriormente nombradas. Y Tú moraleja por lo que en este nuevo post describes es algo más que llegar a un destino, es vivir, saborear, disfrutar, evolucionar, aprender y “conociéndote a ti mismo” como decía aquella famosa frase inscrita en el templo de Apolo en Delfos. O como decía Sócrates, “una vida sin reflexión no merece la pena ser vivida” pero Jesús, sin finales, cerrando la tapa de una mini colección de cuentos en los que se haya aprendido, para bien o para mal, pero sin un final, ni siquiera de cuento. Hechos que nosotros narramos, que crean un destino, pero que cada día tengan un nuevo comienzo para poder cambiarlo. Con la virtud del ingenio.
    ¿Reflexión, destino, la vida, tu vida, la mía…? Da igual, sigue escribiendo, yo, te seguiré leyendo…

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido amigo/a (pues desconozco la procedencia de quien está detrás como lector), sea como fuere, en primer lugar agradecer tu comentario, que viene a ser como darte las gracias por leer. El destino como un cuento...., o vivir por segunda vez.... Tal vez pudiera parecer contradictorio, pero no lo es. O bueno, tal vez sí, porque, de sobra sabemos que el destino es incierto, desconocido, impredecible, aunque a veces se diga que está escrito. Déjame que trate de explicarlo en un próximo post!! Un fuerte abrazo y gracias de nuevo por tus comentarios, tus reflexiones, que en definitiva, despiertan las mías.

      Eliminar